El incierto futuro de García Revenga, secretario de las Infantas

Asegura Francisco Nicolás que se han visto «miles de veces hasta en su casa» y que fue él quien le avisó de que le estaban investigando, además de facilitarle contacto con el Rey Don Juan Carlos. Aunque en algunos círculos Revenga desmintió tal grado de amistad, lo cierto es que ahora no se pronuncia, posiblemente porque hay un proceso judicial abierto y porque estos días tiene la cabeza ocupada en otra labor: su salida del Palacio de la Zarzuela para comenzar una nueva vida fuera de la casa.

«Como ya se dijo en su momento y dentro del proceso de restructuración tras la Proclamación de Felipe VI , a final de año desaparecía la Secretaría de las Infantas Doña Elena y Doña Cristina, y durante estos meses se ha encargado de organizar esa salida y cerrar un departamento que ha funcionado estos veinte años», dicen desde La Zarzuela. Estaba claro que con los cambios que se han producido en la Institución, con las hijas de Don Juan Carlos fuera de lo que es la Familia Real, se eliminaría esa Secretaría. La buena relación que la familia mantiene con Revenga hicieron que se acordara que en diciembre se produciría ese cese. Así pues, estos días los dedica a la recogida de papeles, el embalaje de cajas y las despedidas de los que han sido compañeros de trabajo.

Hay que recordar que la relación de García Revenga con las Infantas se remonta a los años de estudiante de Doña Elena en el colegio Santa María del Camino. El que fuera su profesor de inglés de infantil se convirtió después en su ayudante particular como apoyo de sus estudios. La adolescencia de las Infantas y sus apariciones en actos oficiales requirieron una persona de absoluta confianza para organizar y acompañar, así que se decidió nombrar al ex profesor en ese cargo.

«En la familia todos quieren muchísimo a Carlos y le consideran una buenísima persona», comenta una amiga del ya casi exsecretario. La última vez que se le ha visto en un acto oficial fue para acompañar a Elena en el funeral que se celebró en la catedral de Sevilla por la duquesa de Alba. Siempre cercano a la mayor de los Borbón y también a Cristina (de ahí que figurara como tesorero del Instituo Nòos, cargo por el que en un primer momento el juez Castro le imputó , aunque finalmente cambió de parecer), de él dicen que «siempre ha hecho lo que le pedían». Por eso también figuraba en la sociedad que creó doña Elena tras su separación de Jaime de Marichalar, pero que finalmente se disolvió.

El futuro de Revenga es una incógnita. No seguir imputado en el caso Nòos le permitirá poder acceder a otro cargo de confianza. En La Zarzuela no saben o no comentan más que el hecho de que se cierra una Secretaría que no tendrá función hasta dentro de unos años, cuando la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía tengan la suficiente edad como para empezar a tener una agenda propia. Pero para entonces, será otro u otra quien ocupe el puesto de un hombre que sale de palacio sin grandes fiestas de despedida.