Carlos Slim honra los 80 años de Sofia Loren con fiestas y homenajes

La exposición lleva el título «Ayer, hoy y mañana» –como sus memorias, recién publicadas por Mondadori–, se inauguró el jueves y fue el inicio de los festejos por su octogésimo cumpleaños. Los homenajes incluyeron la entrega del Ariel de Oro por parte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, culminaron anoche en una cena de gala en el Soumaya y terminan hoy con un concierto de la Orquesta de Minería en el Teatro de la Ciudad dirigido por su primogénito, Carlo Ponti, que la ha acompañado en todo momento este viaje.

México, como se encargó de recordar Sofía Loren en su presentación del jueves, tiene un peso muy significativo en su vida: aquí fue donde su compañero de vida, Carlo Ponti, consiguió el divorcio de su primera mujer y se casó con ella –por poderes, pues no le permitieron ingresar al país soltera–. Sentada silla con silla junto al empresario multimillonario , contestó las preguntas de los periodistas, enumeró los detalles la exposición y se emocionó: «Muchísimas gracias, señor Slim, por haberme elegido. Estoy muy, muy conmovida».

La Loren recibió el viernes el Ariel de Oro de la mano del cineasta Felipe Cazals, en una ceremonia «privada» que inauguraba un ciclo en su honor en la Cineteca. Las comillas no son en vano: la sala elegida para el acto tiene una capacidad para trescientas personas; ni la prensa ni los invitados particulares la llenaban, así que ofrecieron entrar a todos los que hacían cola en la taquilla para ver «Matrimonio a la italiana». Se acabó formando con ello un público entregado y caluroso, que recibió de pie a la actriz –toda su altura en un traje sastre pantalón negro, sobria y hermosísima– y le cantó espontáneamente a coro «Las mañanitas», elegante «Cumpleaños feliz» de los mexicanos . Al abandonar la sala, una chica le gritó «bella principessa» y ella contestó, con guasa y porque puede: «no: regina».