Alejandro Jodorowsky: «Ségolène Royal ha venido cuatro veces a que le eche las cartas»

-Ha cumplido 85. ¿Sigue pensando envejecer a los 119 y morir a los 120?

-Bueno, yo quisiera no morirme nunca. Ojalá pudiera morir a los 120, pero se vivirá lo más que se pueda.

-¿«Dune» era tan loca como parecía?

-Sí, era esa época antes de «La guerra de las galaxias» e inventé una película que yo quería que durara doce horas. Dijeron que estaba loco, porque en esa época las películas duraban una hora y media, dos horas, para que se pudiera dar varias veces en el día. Pero actualmente se hacen películas largas en trilogía. Son normales doce horas. Pero En EE.UU. consideraron que era una locura. Y, además, era una gran película de ciencia-ficción. No se lo imaginaban. Entonces es verdad, estaba loco.

-¿Y de verdad tenía a Mick Jagger, Orson Welles y Dalí?

-Sí, sí, claro. Que me muera si no es cierto. Y hay testigos. No invento nada, habría sido desmentido inmediatamente.

-¿Llegó a ver el «Dune» de Lynch y De Laurentis?

-Sí, sí, lo vi. Más que de Lynch era de Dino de Laurentis. La película no es buena pero Lynch es muy bueno. Cuando me dijeron que él la iba a hacer me enfermé. Y mis hijos me obligaron a ir al cine a verla. Poco a poco me fui alegrando porque la película era malísima. Fui feliz.

-¿Pero exactamente cuál es su profesión?

-Artista. Artista polivalente.

-Ofició la boda de Marilyn Manson y Dita Von Teese. ¿Es lo más surrealista que ha hecho nunca?

-Síiiii. Yo lo vi en la televisión y dije: «Este cantante parece inteligente, a mí me gustaría trabajar con él». Y a las tres de la mañana, tres días después, alguien me llama y me dice en inglés: «Soy Marilyn Manson». Y yo: «Deja de joder, déjame dormir». «No, soy yo». Y era él. Había visto mi película «La montaña sagrada», era admirador de ella y quería que lo casara vestido como el personaje de mi película. Me fui por ahí a Irlanda y lo casé. Estaba así vestido de blanco como el personaje. Estaba pintado como de costumbre. Yo nunca le vi la cara.

-¿Pero eso fue una boda de verdad?

-Cualquiera puede casar a cualquiera. Solamente le das un discurso. Y dices lo que tú crees que tiene que ser un matrimonio. Y tu filosofía de la unión y ya. Ahora, que sea válido ya es otra cosa. Yo ya he casado a muchas personas. Una vez en una conferencia que di en Chile casé como a mil personas.

-Eso parece de predicador, como su Twitter.

-No, mi Twitter es de gente buena que trata de ayudar a cambiar el mundo. De hacer algo útil. Tiene mucho de bondad. ¿Sabe por qué? Todo lo que pongo ahí es gratis y me lo pueden robar.

-También parece de autoayuda.

-No. Cada vez que tú dices algo optimista, te dicen «ah, eso es la porquería de la autoayuda». No, no, no. Hay que sembrar. Si no cambiamos, si no hacemos una mutación de la conciencia, vamos a terminar destruyendo el planeta. Tenemos que actuar todos y comunicarnos cosas positivas. No es autoayuda, es ayuda al mundo.

-¿Se parece en algo a Paulo Coelho?

-Bueno, Paulo Coelho es un estupendo comerciante y a mí no me interesa ganar dinero.

-¿Es un charlatán?

-No sé lo que es porque yo no ando en el remedio que lo cura todo, yo no curo enfermedades físicas, ¿eh? Si me dicen charlatán pues digo que muchas gracias.

-¿En qué se diferencia la psicomagia de otras terapias?

-Las terapias psicoanalíticas son terapias que se hacen hablando. La palabra cura. Pero yo llegué a la conclusión de que la palabra no cura. Te lleva cuatro años en el psicoanalista descubrir que estás enamorado de tu mamá. Entonces ¿qué hago? El psicoanalista no te va a decir «acuéstate con tu mamá». Pero yo sí lo digo. Acuéstate con tu mamá pero de forma metafórica. A tu novia ponle una máscara con la foto de tu mamá. Y ya realiza el Edipo y te liberas de eso. Los actos curan, la palabra no cura.

-Se considera un tramposo sagrado. ¿Los otros solo son tramposos?

-¿Cuáles otros? Mire, yo vi a los curanderos en México y ellos tienen una forma de curar que es el placebo. La gente no creía, entonces el curandero hace un truco de prestidigitador y ellos ven un milagro. Falso. Pero una vez que ven un milagro falso, creen en los milagros. Por eso los milagros suceden, porque para que suceda un milagro tienen que ver la fe. Si no hay fe no te curas. El tramposo sagrado es aquel que hace una trampa para que creas y después el milagro se puede producir. No es una mala persona, ni es un estafador.

-¿Y los de la tele?

-Pero no me hable del futuro. Esos sí que son unos aprovechados. Es muy fácil predecir el futuro. Dicen cualquier cosa y luego esperas años hasta que pase

-Echó las cartas a un ministro francés que tenía problemas con su mujer china.

-Sí. Y a dos presidentes chilenos. A Bachelet le leí el tarot y también a Ségolène Royal. A la mayoría a de los políticos les da miedo. Yo les digo: «Miren, no tomo partido, usted piense la pregunta, yo tiro tres cartas». Y digo lo que las cartas dicen sin saber por qué. Si le funciona, seguimos. Así lo hice con la Presidenta. No me dijo lo que preguntaba y yo le fui diciendo. Y decía: «Otra, otra y otra, dale ahora duro».

-¿Y Ségolène Royal salió contenta de la lectura de cartas?

-Sí. Ha venido unas cuatro veces y sale contenta, pero yo no sé qué le dije porque la pregunta no la sé. Pienso que uno no debe odiar a la gente. Ser político ya es un error. Entonces tú tratas de darles conciencia para que mejoren.

-¿Un presidente enamoriscado como Hollande puede ser buen presidente?

-Mejor dirige el país. Entre un hombre con bolas y un hombre sin bolas yo prefiero tener un presidente con bolas. No quiero ser dirigido por castrados.

-Dice que pide a las películas lo que la mayoría de los norteamericanos a las drogas psicodélicas. ¿Se ha colocado últimamente?

-Ninguna película es buena, son pura basura industrial. He entrado tonto al cine , he estado dos horas y he salido igual de tonto.

-¿Cómo ve España?

-A mí me encanta España. Veo que están teniendo una crisis falsa, inventada por el sistema económico que no tiene nada que ver con la realidad. A causa de los nuevos medios de comunicación ahora se está sabiendo todo. Los tejemanejes de los políticos... Ahora estamos sabiéndolo todo, estamos más angustiados que nunca.