Nick Clegg exige que no «arrastren» a su mujer Miriam en un escándalo político

La insinuación en el influyente diario conservador de que su mujer -a la que la prensa británica se refiere como Miriam Clegg- habría influido en su gestión del caso llevó a Clegg a desmentir ayer la información como «basura» y «obra de ficción». El viceprimer ministro aprovechó su entrevista semanal en una emisora de radio de Londres para aclarar que «no voy a empezar a comentar sobre las conversaciones que tenemos Miriam y yo». «No voy a arrastrar a Miriam en esto, sería injusto, es una basura y completamente falso» , defendió. «Que no arrastren a Miriam en esto, no arrastren a las familias de los políticos, eso no se hace».

Nick Clegg mantiene un pulso con Chris Rennard, uno de los liberales más influyentes y al que hasta once mujeres vinculadas al partido han acusado de propasarse físicamente. Aunque una primera investigación interna, encargada a un abogado criminalista, concluyó que no había indicios de comisión de delitos, la dirección del Partido Liberal ha decidido esta semana suspender a Rennard de su cargo como portavoz en la Cámara de los Lores y exigirle una disculpa pública. Lord Rennard rechaza las acusaciones, que emergieron durante la campaña de mayo de 2010, y se niega a disculparse.

Además, baraja llevar a su partido a los tribunales después del anuncio de una segunda investigación para evaluar si su actuación daña la reputación de la formación. Rennard dirigió las campañas electorales liberales entre 1989 y 2003, y fue el máximo gestor y responsable de finanzas en 2003 y 2009. Por eso, cuenta con el apoyo de la vieja guardia, que ha advertido a Clegg de la posibilidad de «un baño de sangre como nunca ha conocido el partido».

Del desenlace de lo que un diputado conservador ha calificado de «escándalo sexual sin sexo» pende la posición de Clegg como líder liberal y candidato en 2015. Un duelo en el que ahora se ha entrometido la sospecha, rechazada tajantemente por la dirección liberal, de que su mujer habría influido en sus decisiones en defensa de la dignidad de las mujeres que, como Bridget Harris o Alison Smith, denuncian haber sido «abusadas en su espacio personal» por Rennard.

Miriam González es socia especializada en comercio y energía para Europa del prestigioso despacho estadounidense Dechert LLP. El «Daily Mail» estima su salario anual en algo más de 600.000 euros, aunque nunca se ha hecho público, y unas tarifas profesionales de 570 libras (700 euros) la hora, en el rango habitual en los grandes despachos de la City londinense. En noviembre, una empresa minera de Kazajstán demandó en los tribunales la minuta de 16 millones de libras (20 millones de euros) remitida por el equipo de González por dos años de trabajo, en el marco de un proceso más amplio por corrupción y fraude iniciado contra la mina kazaja.

El compromiso social de la abogada, que conoció a su marido cuando ambos trabajaban en la Comisión Europea en Bruselas, ya fue objeto de polémica cuando, a finales de 2012, varios diarios alegaron que su marido habría dado un trato de favor a una fundación para difundir la lectura entre los niños en la que trabaja Miriam González. Esta está considerada como una de las principales expertas en comercio europeo, y trabajó durante siete años en el gabinete del comisario de relaciones exteriores.

Fuentes del entorno de la esposa del viceprimer ministro aclaran que las sospechas de favoritismo aireadas por el «Sunday Times» fueron negadas tajantemente por el ministerio de Presidencia (Cabinet Office) y por el propio departamento de Educación, responsable de la asignación de la subvención The Book Trust, la fundación sin ánimo de lucro con la que colabora González.

CORRECCIÓN: Esta información ha sido ampliada para aclarar que el gobierno británico rechazó por infundadas ciertas informaciones aparecidas en la prensa británica a finales de 2012 sobre un presunto trato de favor en la asignación de subvenciones a una ONG con la que colabora Miriam González.