Diseñador de moda

Elio Berhanyer: «Cibeles no funciona, ya no se venden trajes»

El maestro español de la moda protagoniza una película que repasa su vida y su obra y que hoy se emite por La 2 de TVE

Elio Berhanyer: «Cibeles no funciona, ya no se venden trajes» ISABEL PERMUY

DAVID MARTOS

Elio Berenguer Úbeda (Córdoba, 1929) procedía de una familia muy humilde, pero la casualidad y su afición por el dibujo le abrieron las puertas del Olimpo de la Moda. Elio Berhanyer , su marca, ha estado asociada durante décadas al prestigio del diseño español, ... pero también a la crisis de la alta costura y al nacimiento del prêt-à-porter. El cineasta Diego Galán ha elaborado un documental sobre su figura ( «Elio Berhanyer, maestro del diseño» ) que se estrenó el pasado miércoles en la Cineteca de Madrid y que hoy se emite en La 2 de Televisión Española, a las 0.00 horas.

—¿Qué pensó cuando le dijeron que querían hacer un documental sobre usted?

—La historia es muy larga, porque ya me habían hecho otro documental antes. Y no me gustó. Me seguían las cámaras y me hicieron unas entrevistas muy raras. Pero Diego Galán me lo pidió y en él confío más.

—Es muy emocionante la historia que cuenta en la película sobre su apellido...

—Mi padre me puso Elio, que es «sol» en griego... pero sin hache. Lo mataron cuando yo tenía 7 años, y a los 9 decidí que si mi padre me había puesto el nombre, el apellido lo tenía que construir yo. Así que empecé a cambiarle las letras a Berenguer. Y me salió Berhanyer.

—¿Cree que ha transformado la moda en España?

—No. La moda se está transformando constantemente. Una persona no transforma la moda. Puede tener influencia, pero la transformación de la moda la hacen muchísimos diseñadores... y en muchísimos países.

—¿Por qué dice siempre que no quiso que Balenciaga le influyese?

Balenciaga me quiso llevar a París con él y le dije que no. Yo lo admiraba muchísimo, posiblemente soy el único diseñador español que lo conoció personalmente, pero a mí me gustaba más Givenchy . Balenciaga estaba muy bien para vestir a las señoras mayores, pero la gente joven... era Givenchy. La prueba está en «Desayuno con diamantes», todo lo que hizo Audrey Hepburn , que era maravillosa. ¡Yo admiraba la moda de Balenciaga pero no me gustaba!

—¿A quién más ha admirado?

—A Yves Saint-Laurent , como diseñador y como colorista. Fue un hombre que vivió su época y la transformó. Y luego, ya en plano menor, a Valentino , a Coco Chanel ... ¡Fue la mujer que metió los pantalones en la moda!

—Y hoy, ¿sigue atento a los jóvenes talentos?

—La prueba es que tengo una cátedra en la Universidad de Córdoba. Ahora empiezo el octavo curso. El problema gordísimo lo tienen los los compañeros que están en Cibeles. ¡Ellos creen que la moda ha empezado ahora en España! Tienen un despiste total. No saben que Pertegaz y yo vendíamos hace ya décadas a todos los grandes almacenes americanos. Y otra cosa rara que circula es que el prêt-à-porter nació en Francia. ¡No es verdad, nació en Estados Unidos!

—La película refleja que usted se ha arruinado varias veces...

—He ganado mucho dinero y lo he vuelto a perder, sí.

—¿Y cómo ve la crisis actual?

—Primero voy a anticipar que no soy de ningún partido, no me gusta ninguno. Lo más terrible es el paro. Y yo creo que no lo están haciendo muy bien, creo que no hay que subir los impuestos.

—¿Echa de menos la vida de pasarela?

—Echo de menos la vida de pasarela de Cibeles, pero echo más de menos la vida de alta costura. En 1974, un ministro de Hacienda decidió que España no podía tener el lujo de la alta costura, y nos puso un impuesto sobre el 60% de las ventas. Aguantamos cuatro años.

—Pero, ¿sigue habiendo mercado para esa alta costura?

—Es mentira que la alta costura no se venda. En España hay personas que tienen muchísimo dinero, pero cuando se tienen que poner un traje largo... lo encargan en Chanel o en Dior. Lo vemos con las estrellas de cine cuando van a los premios. No llevan ni un solo traje de un diseñador español. ¡Nunca! Eso es indignante. España, sin costura, no tiene prestigio en el mundo.

—Alguien dice en la película que usted no se casó con su mujer, que se casó con la moda.

—Por supuesto. Lo que más he querido en mi vida es mi trabajo. Yo no elegí la moda, la moda me eligió a mí.

—¿Cómo es el Elio Berhanyer de 2013?

—Llega un momento terrible en la vida, que es cuando el cuerpo se hace viejo, la espalda está hecha polvo... y aquí, en la cabeza, siento que tengo 25 años. Es terrible ser mayor y no sentirse mayor.

—¿Sigue diseñando todos los días?

—Voy a empezar a hacer accesorios: gafas, zapatos, bolsos... Porque Cibeles no funciona, porque los trajes no se venden, porque los diseñadores amigos no venden ninguno, y es más fácil para una mujer comprar un accesorio que un traje. Una mujer puede llevar un traje de Zara con un bolso de Vuitton. Se gastan más en el accesorio que en el traje. ¡Yo no estoy retirado! Estoy pendiente, voy a Cibeles a ver las colecciones de mis compañeros, y tengo mis ideas... de lo que hay que hacer en este momento.

Elio Berhanyer: «Cibeles no funciona, ya no se venden trajes»

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios