Eugenia y Francisco, último combate por Cayetana

En ningún momento Eugenia había visto con buenos ojos este cambio de domicilio, dado lo que implica dejar su colegio y emprender una nueva rutina. El año anterior, la niña había estado interna en Londres a lo largo de todo el curso escolar, y ya era el momento de seguir sus clases en el Instituto Británico, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, donde lleva toda la vida y donde también estudió Eugenia. Ante la negativa de la madre a aceptar esa propuesta y asesorado por su abogado, el torero recurrió ante la Justicia ese régimen de custodia. Por ello, este lunes tendrán que verse de nuevo las caras, para que sea la juez quien decida.

Silencio es lo que ha guardado desde hace meses la propia Eugenia, quien, me consta, está muy nerviosa por el caso. Su esperanza reside en que no cree que una juez decida sacar a una niña del colegio en mitad de curso, con el trastorno que supone para su rendimiento académico. Por si así fuera, Francisco ya tiene reservado un centro escolar en Sevilla. El diestro también ha organizado su nuevo piso en esa ciudad para recibir a la niña de sus ojos. Pero hay más. Durante todos estos años a Fran le ha parecido correcto que Tana viviera con su madre. Había muy buena relación y no se restringían a un régimen de visitas, dado que la niña podía estar con su padre siempre que quería. Dada la profesión de torero y lo que eso supone, lo lógico era que Cayetana estuviera en Madrid con su madre.

Pero hoy las cosas son muy distintas. De entrada, Francisco ya no torea y eso le va a sumar puntos a la hora de la sentencia judicial. Su anuncio de retirada de los ruedos justo antes de que cumpliera los 20 años de su alternativa le viene que ni pintado al dedo para demostrar que tiene todo el tiempo del mundo para educar a su hija. Convertido en todo un empresario, sus negocios hacen más viable su estancia en Sevilla, donde también reside su pareja, la abogada Lourdes Montes, quien podría llevarle de nuevo al altar si es que consigue la nulidad se su matrimonio con Eugenia.

El argumento de Fran siempre es el mismo: «Me lo ha pedido mi hija y es por ella por quien lucho». De esta manera, la madre se queda en un plano muy incómodo ya que, pase lo que pase, sabe que siempre perderá. Da igual que la custodia se la quede ella o Francisco: si es su hija la que quiere irse, el hecho de retenerla no hará más que aumentar sus ganas de largarse. De ahí los nervios y la preocupación.

Para demostrar que es una buena madre y que se ocupa perfectamente de la niña, Eugenia pidió a muchos amigos y padres de compañeros de clase de Tana que firmaran cartas asegurando que cumplía perfectamente con sus obligaciones. Hasta la propia duquesa de Alba mandó un escrito ante la juez para hablar de Eugenia como buena madre, algo que también han hechos sus hermanos.

La mala relación que hoy existe en el exmatrimonio se siente incluso hasta en la manera en la que se critican por cómo aparece la niña en los medios. Antes era Francisco quien se enfadaba con Eugenia cuando veía a Tana en las revistas y ahora es a la inversa. Lo cierto es que la fama de los padres hace que los reporteros les sigan por todas partes y se encuentren también con la niña, a quien, por la actual Ley del Menor, hay que ocultar el rostro, aunque poco más.

Este lunes la juez tendrá la oportunidad de decir lo que piensa al respecto y acabar con la zozobra de ambos. Tal vez por ello la pequeña Cayetana escribía recientemente en Twitter que estaba deseando que se acabara todo: palabras que dan que pensar a unos padres que, durante este fin de semana, no van a pegar ojo por los nervios.