La vajilla, al peso en Madrid

Una de las tendencias que han llegado a Madrid es la de la venta de vajilla al peso. Como en las ferias de ropa vintage que ya lo hacen con esta modalidad, aquí uno elige las piezas sueltas y luego pesa al final todo y paga por kilo, sin importar lo que haya escogido.

La Oficial Cerámica (C/de Santa Ana, 6 y Pelayo, 43) es una de las tiendas de la capital que fue precursora en esto, en 2017. Allí hay cerámica española, desde vajillas completas hasta piezas sueltas que sus dueños seleccionan de artesanos y proveedores locales en sus viajes atendiendo a su ecléctico gusto por el diseño y la loza sostenible.

Más recientemente, el pasado verano, se inauguró Mercadoria en Griñónl (Av. Humanes, 187), con 500 metros cuadrados dedicados a la vajilla -en este caso portuguesa- al peso. En septiembre, la marca nacida en Coruña abrió otra sede en Madrid (en Av. Plaza de Toros, 16, metro Vista Alegre) y hace un mes una tercera, en este caso en Alcalá de Henares (C/Argentina, 12). Hay todo tipo de piezas para la mesa, también maceteros y adornos.

La última novedad en la venta de vajilla al peso la protagoniza en San Sebastián de los Reyes (C/ Isla Alegranza 4, Nave 41) el 'outlet' Las Vajillas de Martha, también de cerámica portuguesa al peso. La nueva tienda ofrece gran variedad de piezas para la mesa, además de cristalería, mantelería y, como novedad para las fiestas, vino y aceite del país vecino.

Fuera de las grandes superficies, de las tiendas 'de toda la vida', de las marcas consolidadas y de Ikea, en Madrid hay rincones donde se puede encontrar vajilla diferente, imaginativa y colorida. Tiendas digitales hay muchas nuevas y variadas, de artesanos y emprendedores que se lanzan al diseño de menaje y artículos de decoración (como Neto Cerámicas, Molecot o Azarraluqui), pero también van apareciendo comercios físicos que ofrecen una experiencia tangible y directa. Es el caso de Mesas Bonitas, que empezó tímidamente en un local de Embajadores en 2020 y, hace poco más de un año, dio el salto a la céntrica Plaza de Pedro Zerolo (en el número 4).

Allí no se vende al peso, sin por pieza, de una gran variedad de productos que van desde platos, tazas, fuentes, bandejas y cuencos hasta vasos, jarras y adornos de cerámica de diversos colores y divertidos diseños gracias a los proveedores de nueve países distintos con los que trabaja.

Si hace un año llegaba a Madrid la firma catalana de muebles de diseño Pilma, con un soberbio local esquinado de 1.000 metros cuadrados en la calle Velázquez (número 23), a inicios de este año la capital sumaba en el número 86 de la misma calle la nueva 'flagship' de la francesa Roche Bobois, que dejaba su local de Padilla para pasar a estos 600 metros cuadrados de exposición con los que redobla su apuesta por el mercado español. Y también hace unos meses su compatriota Tectona, especializada desde hace 45 años en muebles de exterior, abría en Claudio Coello (número 22) un ambicioso espacio.

Pero la capital no solo atrae a marcas de alta gama, sino que hay novedades para todos los niveles adquisitivos, estilos y necesidades. Así, este otoño se han estrenado dos tiendas de decoración más con interesantes propuestas. Una es la 'flagship store' de Casa Viva en la calle Orense (número 15), decorada por Pía Capdevila para mostrar, en sus 400 metros cuadrados, tanto los lanzamientos como las colecciones y tendencias en menaje, muebles y decoración. La empresa tiene 65 años de trayectoria, y contaba ya con una treintena de locales en el resto del país antes de poner por fin pie en Madrid, actual epicentro del diseño y las tendencias.

La última en abrir sus puertas es la danesa Flexa, especializada en mobiliario infantil y juvenil, además de juguetes. La firma posee 150 tiendas en Europa y ya había estado en España hace dos décadas. Ahora vuelve convencida con una sede en Barcelona y esta flamante de la capital española, también en la calle Velázquez (en el número 36), ya convertida en un paseo temático de decoración.