Origen de la flor de Pascua y cómo cuidarla para que sobreviva a estas Navidades

Los ancestros de las flores de Pascua que conocemos hoy en día son de México: cuenta la leyenda que era la flor preferida del último gobernante azteca, Moctezuma II. Simbolizaba pureza y también nueva vida para aquellos guerreros que habían fallecido en el campo de batalla.

También se dice que las hojas de la planta presentan forma de estrella y son un símbolo de la estrella de Belén que guio a los Reyes Magos hasta el lugar de nacimiento de Jesús.

A lo largo de su historia, han llegado a existir más de trescientos tipos de poinsettias de diferentes formas, tamaños o colores y actualmente tenemos a nuestro alcance más de 150 variedades disponibles. Las que crecen en total libertad en la naturaleza de sus climas tropicales nativos buscan alcanzar el cielo, llegando a medir hasta cuatro o cinco metros.

Pero, tanto si luce el tradicional rojo navideño, los tonos blancos helados o los delicados tonos rosados, estos fascinantes colores son el resultado de una sofisticada técnica de cultivo perfeccionada a lo largo de los años.

Para garantizar una coloración perfecta antes de estas fechas señaladas, las plantas suelen tener menos de doce horas de exposición a la luz y crecen en los viveros comerciales con una temperatura media de unos 18 °C.

Respecto a sus cuidados en casa, «las flores de Pascua necesitan un lugar luminoso, pero la luz solar directa y fuerte puede dañar las hojas, así que debemos buscar lugares donde la luz sea filtrada y evitar los rincones sombríos que puedan quitarle brillo. Hay que tener cuidado con las chimeneas, los quemadores de leña o radiadores y alejarla de ellos», nos cuentan los expertos de Stars for Europe (SfE), una iniciativa de marketing impulsada por los productores europeos de poinsettias para promover y asegurar la venta de flores de Pascua en Europa.

Por su parte Clara Sanz, florista emprendedora de La Moderna Rural Shop, nos cuenta: «Necesita luz muy brillante, es ideal que le dé el sol que entra por la mañana en casa en invierno. No olvidemos que viene de zonas tropicales».

A la poinsettia le gusta todo… en su justa medida. Y es que La flor de Pascua es muy expresiva y sus hojas muestran qué le puede estar pasando a la planta. «Las hojas amarillas o colgantes nos indican que sus raíces están dañadas y la causa más común suele ser el exceso de agua, mientras que las hojas secas o decaídas avisan que hay una falta de riego. Si la poinsettia pierde las hojas cuando éstas todavía están verdes puede deberse al aire frío o las corrientes de aire», aseguran los expertos de Stars for Europe.

Uno de los errores más comunes es ponerles demasiada agua, «la moderación es clave: riégalas sólo cuando la tierra esté casi seca y evita a toda costa el encharcarla. La tierra de una poinsettia nunca debe estar completamente mojada. Es mejor regar menos, pero con más frecuencia que en grandes cantidades», aseguran desde Stars for Europe.

Con respecto al regado de la flor de Pascua, Sanz también nos da sus consejos: «A la hora de regar deja que entre riego y riego se seque el sustrato, a mí me gusta regarlas por inmersión», opina.

Para una poinsettia de tamaño estándar en una maceta de unos trece centímetros deberás utilizar unos 100 mililitros de agua por regado, «más o menos lo que cabría en una copa de champán», explican. En cambio, para una poinsettia pequeña en una maceta de seis centímetros sólo necesitas medio vaso de agua. «Una buena pauta para las plantas de tamaño estándar es regar de esta manera cada dos o tres días, aunque las mini poinsettias pueden necesitar ser regadas diariamente debido al pequeño volumen de tierra. Si se mantienen en una habitación muy cálida o cerca de un calefactor, también pueden necesitar un riego más frecuente», añaden desde Stars for Europe.

El exceso de agua puede provocar la aparición de moho gris en las flores de Pascua y las hace vulnerables a los ataques de plagas comunes. «Si las hojas están manchadas o tienen las puntas marrones, la planta no tiene los nutrientes que necesita y deberás añadir regularmente un poco de abono al regarla», explican los expertos de Stars for Europe.

«A las flores de Pascua si se les caen las hojas normalmente es porque nos hemos pasado con el riego y no hemos dejado que se llegue a secar el sustrato», asegura Sanz.

Las flores de Pascua son plantas tropicales y prefieren los ambientes cálidos, así que al ir a comprar una «es mejor escoger las que estén situadas en el interior de las tiendas», nos cuentan desde Stars for Europe. Debemos evitar aquellas que estén cerca de las entradas o en el exterior, «ya que las poinsettias no soportan las corrientes de aire frío», añaden. Asimismo, es aconsejable observar las hojas: una poinsettia sana no debería mostrar signos de amarilleo o caída de las hojas.

Si tu planta ha sobrevivido a la Navidad, ¡estás de suerte! Cuando termine el invierno y los días sean más largos puedes optar por plantarla en el exterior. Eso sí, no olvides primero podarla con tijeras ya que ramifica fácilmente. «Lo cierto es que trasplantarla no es tarea fácil. Supone un esfuerzo extra, dedicación y tiempo, y el resultado no siempre es el deseado. Deberás alimentarla mensualmente con un abono alto en potasio y bajo en nitrógeno y no deberá estar expuesta a más de doce horas de luz diarias», aseguran los expertos de Stars for Europe. Pero aquí no acaba todo: Para que la poinsettia vuelva a florecer a tiempo para la temporada navideña, «debe mantenerse en completa oscuridad, entre doce y catorce horas al día, con al menos ocho semanas de antelación. Incluso el mínimo rayo de luz durante el período de apagón diario impedirá que vuelva a florecer», añaden.

Bajo el criterio de Sanz: «si sobrevive a la Navidad será necesario fertilizarla. Es difícil que sobrevivan al verano, pero si aguantan hasta el otoño, comienza el momento de intentar que sus hojas se vuelvan rojas de nuevo. Para ello deberás dejarla a oscuras completamente 14-16 horas al día, y por las mañanas ponerla al sol. Cuanto más luz y sol, más fácil que sus hojas se vuelvan rojas». ¿Aceptas el reto post navideño?