Las interioristas españolas que han conquistado París (y Picasso tiene la culpa)

Con tienda en la calle Conde de Aranda, entre Velázquez, Serrano y la Puerta de Alcalá, están especializadas en materiales nobles, artesanía y antigüedades con un toque Mediterráneo e inspiradas, siempre, por Picasso. De él, de su estudio en Cannes, toman su nombre: La Californie.

Con esta carta de presentación, y más de tres lustros de experiencia a sus espaldas, desde agosto y hasta mediados de octubre lucen su esencia en la Rive Gauche. Lo hacen dentro del proyecto Olé olé!, una exposición en Le Bon Marché que tiene España, su artesanía y sus tradiciones como protagonistas y a Rossy de Palma como madrina.

Susana y Elena, madre e hija, han creado para la ocasión un «espacio único con artesanía y muebles populares de España y Francia. Una auténtica explosión de arte y color mediterráneo, con cerámica, trabajos artesanos en cristal, paja o barro con pigmentos naturales y muebles populares de materiales nobles y líneas sobrias», explica la menor. Así, La Californie ha mezclado lo clásico con lo contemporáneo, llevando desde botijos a lebrillos alentejanos, cerámica de J.J. Almarza o vidrio soplado mallorquín.

«Hemos diseñado ese escenario envolvente que refleja nuestro estilo personal y ecléctico, donde conviven tendencias clásicas y contemporáneas. La elección de los objetos, los materiales y los colores trasladan al visitante a la España mediterránea de raíces profundas y sobria», señala Ayuso.

Beltrán por su parte se ha mudado a París durante un par de meses para atender su nuevo escaparate y a la vez, confirmar, que lo de poner una pica allí ha resultado todo un éxito.: «Nos ha sorprendido la gran cantidad de público internacional que se ha enamorado de la artesanía española, que era desconocida para muchos. Todas las piezas de nuestros artistas han tenido una buenísima acogida», confiesan las interioristas. ¿Su 'bestseller'? 'Las cabezas de The Exvotos y los muebles que hemos diseñado para la ocasión', señalan.

Para conocer un poco más el estilo y el 'allure' de La Californie nada como ir a su origen: una casa familiar en el sur de Francia.

¿Cómo nacisteis?

(Elena) Todo comenzó con la rehabilitación de la casa de Susana de principios del siglo XIX en el sur de Francia. Era mágica y destartalada, llena de tesoros con cerámica como la que trabajaba Picasso en su casa taller de La Californie, donde no había modas y no existía lo convencional. El resultado gustó mucho y nada más terminarla empezaron a llegar otros proyectos.

Emprendedora e inquieta -además de madre de cuatro hijos-, a Ayuso le coincidieron algunos momentos vitales en aquellos tiempos. Acababa de terminar sus estudios de Arquitectura y Arquitectura de interiores. A la vez, tenía una tienda de ropa para niños que diseñaba ella misma. Importante para esta historia es que en esa misma tienda también vendía algunos muebles que traía de Francia. Como un kilómetro cero de lo que estaba por llegar, aquel atelier fue «el germen de su 'showroom' actual». Desde entonces, las dos no han separado sus caminos profesionales.

¿Por qué Picasso como inspirador?

(Elena)- La Californie de Picasso tuvo la culpa de todo. Susana se inspiró en ella para diseñar su casa del sur de Francia. La luz, el color , la artesanía, el Mediterráneo. Todo en Picasso es inspirador.

En la última edición de Arco, La Californie fue el estudio invitado para encargarse de la Sala Fundación. En ella rindieron homenaje a Picasso, en el 50 aniversario de su muerte, recreando su casa-estudio. Lo hicieron enjalbegando las paredes con cal, exponiendo por primera vez en un espacio público unas fotos de Picasso prestadas por una familia amiga del artista y con muebles icónicos desde el siglo XVIII hasta el XX.

Y es que ellas se confiesan amantes de los materiales naturales y de «proximidad», de la cuerda al esparto, el barro y la lana, así como pinturas ecológicas, cal, estuco, pigmentos naturales o maderas sin tratamientos tóxicos.

Como unas arqueólogas de la recuperación de tendencias, además, madre e hija dedican parte del año a buscar tesoros por Francia, España y Portugal. Ésta es una de las partes que más miman. «Recorrer los grandes mercados de antigüedades europeos y los talleres artesanos de nuestro país es algo que nos apasiona. Muchas veces es la propia pieza la que es inspiración e idea generadora del proyecto», confiesa Ayuso. Su objetivo es siempre localizar esas piezas que «aportan calidez, historia y alma a los espacios», añade.

La Californie mira así al pasado, pero sin descuidar lo contemporáneo y, a la vez, lo más característico de la tierra. Recuerda la interiorista que «en España tenemos una tradición milenaria de artesanía: la España de los oficios y artesanos, cuyo trabajo se hereda de generación en generación. De los materiales ancestrales: la paja, el barro, la cuerda, la lana, los pigmentos naturales… El folklore español, con sus tradiciones, leyendas, costumbres y colores».

En un tiempo donde las grandes casas de moda como Louis Vuitton compran talleres artesanos, las madrileñas reivindican ese valor de lo tradicional, la necesidad de conservarlo, valorarlo y, por supuesto, presumir de ello. También es lujo. «Nuestra visión del interiorismo cree en el apoyo a los oficios antiguos y en darle el protagonismo que merece a la alta artesanía. Los objetos artesanos son piezas únicas, tienen alma e identidad y son sostenibles. Siempre han sido un lujo pero ahora parece que vuelven a valorarse», declara Ayuso.

Artesanía, materiales nobles y antigüedades son los cromosomas que conforman el ADN de La Californie. Para crear nuevos cuerpos vivos, mestizos y ricos, con ellos, madre e hija tienen una norma o, mejor dicho, una no-norma. Va consejo de interioristas consagradas de Arco al parisino Le Bon Marché: «No hay que tener miedo a la hora de mezclar». Ya lo sabía Picasso.