Zapatero cancela su asistencia a la Cumbre Iberoamericana
Es la primera vez desde 1991 que un presidente español no acude a una Cumbre Iberoamericana
José Luis Rodríguez Zapatero no quiere asumir riesgos. El jefe del Ejecutivo considera que, dada la inestabilidad económica que vive el país, sería tremendo que las presiones sobre España vividas en los últimos días se repitieran mientras él se encontrara en el extranjero. Por eso, ... ayer se anunció que cancelaba su viaje a Mar del Plata para asistir a la XX Cumbre Iberoamericana, que se celebra los días 3 y 4, así como la escala que iba a realizar hoy en Bolivia para reunirse con Evo Morales.
Los portavoces de La Moncloa aseguraron que la decisión obedecía al deseo de Zapatero de presidir la reunión del Consejo de Ministros de mañana, viernes, en la que se adoptará un nuevo paquete de medidas liberalizadoras de la economía, que incluyen un proceso de privatización de determinados servicios relativos a algunos aeropuertos y a la lotería. Varias de esas medidas las apuntó el propio presidente ayer mismo al responder a las preguntas de la oposición en el Congreso de los Diputados.
Debate previo
Fue precisamente después de esa intervención, cuando Zapatero, tras debatir el asunto con los miembros de su Gabinete más próximos, tomó la decisión de suspender el viaje. Previamente, consideró las repercusiones que podría tener, para el futuro de las propias cumbres iberoamericanas, la ausencia del presidente del Gobierno de España, el país que más se ha esforzado por la continuidad de estas reuniones. También se planteó la posibilidad de viajar al término del Consejo de Ministros, aunque supusiera llegar con la cumbre comenzada, pero finalmente se optó por la suspensión, para evitar riesgos.
Fuentes gubernamentales señalaron que la decisión de Zapatero de estar en el Consejo obedece a que se trata de medidas de gran relieve, que no pueden ser demoradas. Además, indicaron que España estará muy bien representada en la cumbre de Mar del Plata por Sus Majestades los Reyes y por la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que esta mañana partirán hacia Argentina.
Zapatero mantiene, en cambio, el viaje de hoy a Zurich, donde la FIFA anunciará la sede del Mundial de Fútbol 2018, y el presidente del Gobierno apoyará la candidatura conjunta de España y Portugal.
Una decisión acertada
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, afirmó en los pasillos del Senado que la suspensión del viaje de Zapatero es «una decisión acertada» porque, en estos momentos «de especial trascendencia» es necesario permanecer en el país.
No obstante, el presidente del PP, Mariano Rajoy, declaró en Barcelona a los periodistas, que, aunque es importante que en momentos de crisis el jefe del Ejecutivo «atienda a las dificultades», deberá explicar «bien» los motivos que le han llevado a ausentarse de uno de los acontecimientos políticos «más importantes de la política exterior» española. Rajoy subrayó que la relación con Iberoamérica debe ser prioritaria para España y recordó que muchas empresas españolas tienen intereses en la zona.
Ayer, por otra parte, volvieron a crecer los rumores acerca de una posible intervención europea en Portugal. Sin embargo, tanto el presidente portugués, Aníbal Cavaco, como el primer ministro, José Sócrates, mantuvieron su plan de viajar a Mar del Plata, informa Belén Rodrigo.
Será la primera vez que un presidente del Gobierno español no asista a una Cumbre Iberoamericana, un instrumento impulsado por España, con el apoyo de México, y cuyas citas se han celebrado anualmente desde la primera (1991), en la localidad mexicana de Guadalajara.
En las sucesivas ediciones, se han registrado algunas ausencias de presidentes iberoamericanos; a veces, han sido muy numerosas, como el pasado año en Estoril, donde faltaron ocho de los 23 mandatarios. España, sin embargo, siempre ha estado representada por el Rey —el único que ha acudido a todas las citas— y por el presidente de Gobierno en ejercicio: Felipe González hasta 1996; José María Aznar, de 1996 a 2004; y Zapatero desde 2004 hasta 2009.
Aunque la presencia de Don Juan Carlos es siempre muy valorada y su papel elogiado por el resto de jefes de Estado iberoamericanos, la ausencia del presidente del Gobierno español corre el riesgo de ser interpretada de manera negativa en la Cumbre. Para muchos, puede ser el reflejo del agotamiento de España en la defensa de estas cumbres, que han pasado por momentos difíciles, hasta el punto de que, en ocasiones, algunos países han abogado por no celebrarlas anualmente, sino cada dos años.
Los Gobiernos españoles siempre defendieron la continuidad de las cumbres, especialmente en los últimos años en que los movimientos populistas, con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a la cabeza, pusieron en duda su eficacia.
Un presidente no invitado
A la baja de Zapatero, se unen, al menos, las del cubano Raúl Castro, el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega, así como la del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, no invitado por la presidenta argentina, Cristina Fernández, al ser vetado por el grupo de países más cercanos a Chávez, que le niegan legitimidad por haber salido de unas elecciones tras ser derrocado Manuel Zelaya.
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