El silencio de Junts contrasta con el optimismo del PSOE a 24 horas de la cita clave de la amnistía

A solo unas horas para que se vote el nuevo dictamen en la Comisión de Justicia, las negociaciones siguen su curso, con el objetivo de que Carles Puigdemont dé luz verde al texto que deberá ser refrendado en comisión antes de concurrir en el pleno del Congreso.

Algo que casi daba por hecho este martes el ministro Bolaños, que pedía al Senado, controlado por el PP, que abandonara la «trinchera» cuando la ley aterrice en la Cámara Alta. Lo hacía, además, sacando pecho por el borrador de la Comisión de Venecia que el Gobierno filtró la semana pasada y que, según el titular de Justicia, «avala todas las tesis del Gobierno respecto a la amnistía». «Debo dar las gracias al Senado por haber encargado este informe que respalda lo que venimos diciendo desde hace tiempo en el Gobierno y el PSOE, que la amnistía va a servir para la reconciliación y para que nuestro país sea mejor conforme a la Constitución y al derecho de la Unión Europea», señaló en su intervención en la Comisión Constitucional del Senado.

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El mensaje de Bolaños es el mismo que el del Gobierno, donde se mantiene el optimismo. Además, el propio presidente del Gobierno ha admitido durante su viaje a Brasil que se efectuarán cambios el redactado de la norma. En el Ejecutivo creen que esta vez Junts sí permitirá que la ley de amnistía termine su recorrido, después de haberla permitido salir anteriormente de la Comisión de Justicia para luego frenarla con su 'no' en la votación en el Pleno del Congreso. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, señaló este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que aunque prefería ser «prudente», el acuerdo con los de Puigdemont para la ley que le concede el olvido legal al propio expresidente de la Generalitat «está cerca».

La también ministra de Educación aseveró que «esta ley entró impecable en el Congreso de los Diputados, y va a salir impecable, constitucional, conforme al derecho europeo y con un objetivo claro: mejorar la convivencia». Si bien se curó en salud al matizar que «nada está acordado hasta que todo esté acordado». La decisiva votación del jueves y el tramo final de la negociación se va a producir con Pedro Sánchez fuera de España. El presidente del Gobierno salió el mismo martes rumbo a Brasil y Chile, países que visita oficialmente los próximos días.

Fuentes del Gobierno creen que todo llegará a buen puerto y que se hará sin cambios de envergadura en la norma, después de haber admitido en su día incluir entre la materia amnistiable los delitos de terrorismo vinculados con el 'procés', como es el caso de las causas contra los Comités de Defensa de la República (CDR) o la que se sigue por Tsunami Democràtic, en la que recientemente y por unanimidad los miembros de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo han decidido mantener la investigación contra Puigdemont. Las citadas fuentes son tajantes al asegurar que en ese aspecto no habrá cambios, aunque no tanto en lo que se refiere a los delitos de traición, los que se podrían haber cometido en lo relativo a la injerencia de Rusia en el proceso independentista de Cataluña.

Por su parte, en Junts siguen practicando la política de prudencia y silencio total. Las negociaciones con los socialistas son de alto nivel para la formación que lidera, sin tener cargo orgánico, el expresidente de la Generalitat fugado de la Justicia en Bélgica. Su mutismo contrasta con el optimismo de ERC y los comunes que dan por hecho un acuerdo que se plasmará mañana en la Comisión de Justicia.

Una de las opciones que en las últimas horas ha cogido fuerza para el acuerdo es la que han señalado los portavoces de los comunes catalanes. La idea sería aprobar una ley de amnistía similar a la tumbada por el pleno hace unas semanas, con retoques técnicos para que Junts pueda sacar pecho en el movimiento secesionista, e iniciar inmediatamente la reforma del artículo 573 del Código Penal, que hace referencia al terrorismo, para eliminar la tipificación que puede afectar directamente a Puigdemont y los CDR.