Los siete etarras condenados por asesinato renuncian a su candidatura en Bildu para reducir el previsible daño electoral

En un comunicado en castellano enviado al diario Naiz (versión digital de Gara) los siete etarras explican su renuncia, que no afecta a los otros 37 condenados por pertenencia a la banda terrorista que siguen figurando en las listas.

Entre ellos, destaca Urtza Alkorta, uno de los perfiles más radicales por protagonizar una detención muy espectacular con 500 radicales rodeándola en un puente. Es número uno en la localidad de Ondarroa y probablemente se alzará como alcaldesa, dado que en ese municipio siempre ha gobernado Bildu.

El coordinador general de EH Bildu ha convocado una comparecencia urgente a las doce en la que explicará la decisión, que los siete etarras justifican en que la inclusión de sus nombres «ha levantado una gran polvareda política y mediática» cuya «indudable trascendencia» les «obliga» a retirar sus candidaturas «en la medida posible y a asegurar que en ningún caso tomaremos el cargo de concejal».

«Resulta bastante obvio que en los últimos días se han impuesto los intereses partidistas y electoralistas que poco o nada tienen que ver con la construcción de la convivencia y la paz», cargan los condenados por asesinato el comunicado, añadiendo que «el objetivo de la polémica no es otro que el de dañar a EH Bildu, al haber logrado ser un referente ineludible y la principal fuerza transformadora».

En esta línea, José Antonio Torre, Asier Uribarri, Lander Maruri, Begoña Uzkudun, José Ramón Rojo, Juan Carlos Arriaga y Agustín Muiños destacan que «no se puede sostener que EH Bildu tenga como objetivo ratificar nuestra trayectoria anterior».

«A nuestro entender, este proyecto político representa un futuro lleno de esperanza para Euskal Herria que ha logrado la adhesión de numerosas personas y sectores, incluidos muchos que en su día se enfrentaron a nosotros abiertamente, que nos censuraron y condenaron nuestra actuación. Obviamente, su participación en este proyecto colectivo que es EH Bildu no tiene por objeto legitimar a ETA», continúan, para lavar la imagen del partido.

También añaden que sus nombres «han sido más destacados por los hechos por los que fuimos condenados. No vamos a negar ahora nuestra militancia del pasado ni la responsabilidad que asumimos con ello».

Y aseguran que «la mayoría» de los etarras incluidos en las listas de Bildu como candidatos «fueron condenados bajo la estrategia de 'todo es ETA' que persiguió actividades estrictamente políticas y que condujo a la conculcación de derechos civiles y políticos de muchos ciudadanos y ciudadanas». Y añaden «se haría flaco favor a los mínimos principios democráticos si se da por bueno que dichos derechos se puedan seguir pisoteando».

En el mismo comunicado, los siete etarras subrayan que con la decisión de renunciar se quieren «dirigir en primer lugar a las víctimas de ETA y, en general, a todas las personas que han sufrido en este conflicto, para mostrar así nuestro compromiso para que ni nuestras palabras ni nuestras acciones añadan jamás el más mínimo padecimiento al ya habido».

«Queremos resaltar que desde el inicio participamos en el cambio de estrategia de la izquierda abertzale producido hace ya más de una década, y que asumimos su apuesta inequívoca por vías exclusivamente políticas y democráticas», añaden sin pedir perdón ni condenar la violencia más allá de lanzar una «mirada autocrítica» al sumarse «expresamente a la Declaración del 18 de Octubre».

«No está en nuestro ánimo ocultar el pasado y creemos necesarios los ejercicios de memoria sinceros, constructivos y completos. No queremos un futuro sin pasado, pero tampoco podemos dar por buena la actuación de aquellos sectores reaccionarios que quieren condenar a nuestro país a un pasado sin futuro», continúa el comunicado.