Sánchez arranca la campaña acusando a la derecha de ser «capaz de todo por llegar al poder»

Ante más de un millar y medio de simpatizantes, Sánchez ha arremetido duramente contra el Partido Popular (PP) y Vox y contra sus respectivos líderes, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, a los que ha acusado de representar el «túnel del tiempo» y un «retroceso» político en todos los ámbitos, tal y como a su juicio se está pudiendo ver en los pactos de coalición o de investidura aprobados por el centro-derecha en distintos territorios después de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo.

Además, y después de quejarse de haber recibido numerosos «insultos y descalificaciones» por parte de la derecha desde su investidura en enero de 2020, Sánchez ha acusado a estos partidos de «ser capaces de todo con tal de llegar al poder».

Un aserto que ha hecho evocando al fundador del PSOE, Pablo Iglesias, y a las acusaciones que tuvo que sufrir en su época, a través de carteles anónimos en la calle, de haber sido responsable del asesinato de José Canalejas, el presidente del Gobierno que murió a manos de un anarquista, alguien «chiflado», según la versión de Sánchez.

Siguiendo con la analogía, el secretario general del PSOE ha asegurado que «ahora no son carteles en las calles, sino mensajes en las redes sociales, pero la lección es la misma: son capaces de todo con tal de llegar al poder. De todo», ha rematado. Y para ello ha enumerado varios ejemplos, ante un público que le gratificaba con grandes expresiones de júblico, en uno de los momentos álgidos del mitin: «Capaces de llamar filoetarra al partido que venció a ETA, capaces de llamar golpista al partido que contribuyó a consolidar la democracia en nuestro país. España es mucho mejor que el PP y que Vox, y por eso vamos a ganar el próximo 23 de julio» ha sentenciado.

Al mismo tiempo, ha aseverado que «los votantes del PP y de Vox son mejores que sus dirigentes», a los que ha señalado como responsables de querer retroceder «cuarenta años en los derechos de las mujeres» o incluso «ochenta en la censura a la cultura en nuestro país», en referencia a las obras canceladas por los de Abascal esta misma semana en Briviesca (Burgos), un pueblo de 6.000 habitantes, o en otros lugares, algo que no ha contado con el respaldo del PP.