Sánchez propone una Agencia Estatal de Protección Civil dentro de su pacto de estado frente al cambio climático

«Tenemos que actuar ya y tenemos que hacerlo juntos. El cambio climático es una realidad que nos atropella de manera muy sangrante desde el punto de vista material y emocional», ha señalado Sánchez, apelando al conjunto de las fuerzas políticas del país y a sabiendas de que su propuesta ya cuenta con la negativa explícita del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, que ya ha presentado su propio plan antiincendios. A todos ellos, tanto a los que lo «desdeñan» —en alusión velada al PP— como a los que «niegan» el cambio climático —Vox—, ha pedido el líder socialista: «No polaricemos con esto, dejemos este asunto al margen de las disputas partidistas y estemos a la altura de lo que las circunstancias exigen».

Además de la Agencia Estatal de Protección Civil, propone el presidente del Gobierno la creación de fondos permanentes, tanto a nivel estatal como autonómico, para acelerar la reconstrucción de los municipios afectados y para financiar los trabajos de limpieza, acondicionamiento y construcción. A las administraciones públicas de todos los niveles también aspira a arrancarles el compromiso de aumentar y mantener todo el año los medios técnicos y humanos necesarios para prevenir y combatir los eventos climáticos extremos, así como avanzar hacia un modelo de gestión forestal, adaptado a las realidades del siglo XXI que promueva la reforestación de bosques mixtos, la ganadería extensiva o las especies resilientes.

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Completan el listado del Gobierno para un pacto de Estado en materia de emergencia climática el despliegue de una Respuesta Nacional de Resiliencia Hídrica, destinada a aumentar la capacidad para lidiar con inundaciones y sequías; adaptar la legislación y el territorio a las olas de calor con la creación, por ejemplo, de una red de refugios climáticos en todo el país; reconocer y potenciar el papel «esencial» que el mundo rural tiene en la protección del medioambiente y la lucha contra los eventos climáticos extremos; fortalecer la contribución del sector silvícola también a la lucha contra el fuego; o promover desde las instituciones una cultura cívica de la prevención y la reacción ante emergencias. En último lugar, se compromete Sánchez a acelerar la transición ecológica en nuestro país, exigiéndole a la Unión Europea «mayor ambición». «El tiempo de arrastrar los pies ha pasado para España. No puede haber más excusas y pausas. Hay que acelerarla, cumplir los Acuerdos de París y alcanzar la neutralidad climática antes de 2050», ha señalado en este sentido.

El decálogo de medidas presentado este lunes por el presidente en el arranque del curso político, según ha explicado él mismo, será trasladado este martes al Consejo de Ministros, del que nacerá una hoja de ruta en el que se materializarán todas ellas, así como los pasos a seguir a partir de ahora. Los representantes de PSOE y Sumar también pedirán a las Cortes Generales la creación de una subcomisión para trabajar el acuerdo «desde el punto de vista legislativo» con todos los grupos parlamentarios, a los que ha invitado a hacer «todas las aportaciones posibles» para contribuir a que sea un «proceso democrático, abierto y participativo». En él también empuja a participar a gobiernos autonómicos y locales, agentes sociales, la comunidad científica, las organizaciones del campo o los grupos ecologistas, entre otros. Por último, ha dicho Sánchez que el Gobierno de España trasladará la propuesta a los Ejecutivos francés y portugués para poder también «trabajar conjuntamente» con ambos.

No ha desaprovechado Sánchez ocasión en el acto de este lunes para sacar pecho de la gestión del Estado en el fuego, al igual que ya hicieron varios ministros la pasada semana durante las comparecencias que el PP forzó en el Senado para que el Ejecutivo central rindiera cuentas. «Más de 34.000 miembros de la UME, 26.000 de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, 650 brigadistas forestales, 300 europeos... Es el mayor despliegue humano y técnico que se ha hecho en España nunca. Hemos movilizado desde el primer instante todos los recursos disponibles para apoyar a las autonomías y municipios», ha presumido, haciendo hincapié en que son estas últimas las «competentes» en materia de prevención y extinción.

Frente al «despliegue» del Gobierno Central sitúa Sánchez las políticas de prevención de incendios, a su juicio, «insuficientes» y que «se reflejan en la falta de planes y la ausencia de instrumentos avanzados» como plantillas de bomberos y agentes forestales «que en determinados territorios no estaban suficientemente dotadas». También ha cargado contra los gobiernos autonómicos afectados por las llamas por su gestión «inadecuada» del territorio debido a la falta de caminos sin cortafuegos, sin especies autóctonas resilientes al fuego, municipios despoblados e infraestructuras «obsoletas». A ello se suma, ha añadido el presidente, la emergencia climática «que ha hecho que los fuegos sean más virulentos, impredecibles y letales que en el pasado».

El resultado que no prevenir y anticipar, ha dicho, «un coste de oportunidad de 32.000 millones de euros para el Estado en los últimos cinco años, el mismo presupuesto que hemos invertido en educación también en los últimos cinco años».