El Pleno del Supremo decidirá la suerte de su presidente

La Sala de Admisión de Causas Especiales deja en manos así de su órgano superior la decisión de si se abre una investigación por los 13.000 euros en hoteles y restaurantes de la Costa del Sol que Dívar ha gastado en los últimos cuatro años en sus constantes desplazamientos a su Málaga natal.

Preeminencia del Derecho presentó el escrito el pasado 31 de mayo después de que el propio Supremo acordara archivar por cuestiones formales la denuncia que esta asociación había interpuso previamente contra Dívar “por estafa o apropiación indebida "o en su defecto por malversación". El Supremo avisó entonces al querellante que esos hechos, para poder ser valorados, tenían que ser denunciados en forma de querella. La Fiscalía del alto tribunal había informado el pasado viernes en contra de la admisión a trámite de la querella, un informe que ha estado sobre la mesa en la Sala de Admisión.

El pasado 31 de julio, por primera vez, Dívar compareció para dar la cara ante la opinión pública para dar su versión, pero no para disculparse por haber endosado a las arcas del consejo las famosas facturas. Carlos Dívar, que aseguró que “mi conciencia está absolutamente tranquila, no he cometido irregularidad ni jurídica ni moral ni política", explicó que todos esos gastos en Puerto Banús tuvieron su origen en motivos laborales, si bien en ningún momento quiso desvelar quiénes eran sus acompañantes y qué eventos oficiales justificaron sus constantes desplazamientos y estancias en Málaga a cuenta del dinero público, más de 20 en cuatro años. Una y otra vez se enrocó para no dar pistas. E incluso alegó una suerte de motivos de ‘seguridad nacional’ para no revelar quiénes se beneficiaron de esos agasajos.

En aquella comparecencia, el presidente del Tribunal Supremo no admitió un solo error en sus viajes. Es más, dijo “lamentar profundamente” el posible deterioro de la “imagen de la justicia y de las instituciones del consejo”, pero no por sus costosas estancias en Marbella, sino por la polémica generada en “las últimas semanas” a cuenta de la de denuncia de despilfarro y malversación de caudales públicos lanzada contra él por el vocal José Manuel Gómez Benítez.