El PSOE pelea con dos nuevos escritos al TC para frenar la petición de amparo del PP

Los socialistas presentaron anoche dos escritos ante el TC, como adelantó Eldiario.es y ha confirmado ABC, en los que sostienen que si se admitiera lo que piden PP y Vox se estarían «vulnerando» los derechos de los ciudadanos. Además, los de Pedro Sánchez se suman a las tesis de Unidas Podemos, en otro escrito anterior ante el Alto Tribunal, para pedir que se recuse al presidente del TC, Pedro González-Trevijano, y al magistrado Antonio Narváez Rodríguez, argumentando que carecen de imparcialidad por haber sido propuestos en su día, dentro del cupo que le correspondía, por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Todo ello después de una semana de ataques desde Moncloa a las formaciones del centro-derecha por acudir en amparo ante el máximo intérprete de la Constitución, algo que consideran que violenta el proceso democrático.

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Hoy, a las diez de la mañana, los once magistrados que conforman el TC decidirán si admiten el recurso de amparo del PP y, en caso afirmativo, si suspenden la tramitación de dos enmiendas que, al reformar mayorías en el Consejo General del Poder Judicial y posibilitar una renovación fraccionada del TC, pueden dar en pocos días el control del órgano de garantías a una mayoría progresista.

La cuestión es la posible inconstitucionalidad de unas reformas que modifican por la puerta de atrás dos leyes orgánicas (la del Poder Judicial y la del TC) para conseguir una composición en el órgano de garantías más afín a las tesis del Gobierno y al aval a parte de su política legislativa recurrida por la oposición.

Magistrados conservadores y progresistas afrontan este pleno extraordinario profundamente divididos y bajo una presión máxima, dentro y fuera del Tribunal, como demuestra el hecho de que un pleno inicialmente previsto para el viernes se convocara finalmente para el jueves, justo antes de la aprobación de esas enmiendas por la tarde. O que ese día los progresistas amagaran con levantarse de la mesa si no se les daba más tiempo para estudiar un caso jurídicamente «complejo», lo que forzó al aplazamiento del cónclave a hoy.

Los reproches y descalificaciones de PSOE e UP en las últimas horas intentado condicionar a la desesperada la respuesta del órgano de garantías dan buena muestra de la importancia del partido que se está jugando. Su resultado condicionará en buena medida la efectiva separación de poderes en España en un momento de máxima crispación.

En ese sentido, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tiró ayer de ironía, durante una comparecencia en la sala de prensa de la sede del PSOE, para arremeter contra los vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que el sábado emitieron un comunicado crítico con Pedro Sánchez, al que acusaron de tener una actitud «irresponsable» por sus «groseras descalificaciones» al Poder Judicial. Preguntado por ello, el titular de la Presidencia señaló con sorna que «estos vocales conservadores me parecen servidores públicos esenciales, muy responsables, gente que ha trabajado intensamente para que se cumpla la ley y la Constitución y para que hubiera nuevos magistrados para el Tribunal Constitucional, y me parece que es gente que está, con su actitud, sin duda prestigiando al CGPJ y prestigiándose a sí mismos, y a sus trayectorias personales y profesionales. Por tanto, mi máxima admiración a estos señores y a estas señoras tan ejemplares en su labor».

Bolaños volvió a intensificar su presión sobre los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) a veinticuatro horas del pleno de hoy en el que tendrán que resolver sobre los recursos presentados por la oposición.

Bolaños señaló que «no quiero ni imaginarme cuáles serían las consecuencias de que el TC adoptara una decisión en línea con la maniobra del PP. Serían unas consecuencias muy graves para la separación de poderes, para la normalidad institucional, para la soberanía popular, para el sistema democrático. Yo confío en que el TC adoptará una decisión justa y con arreglo a la ley» sentenció.

En la misma línea, volvió a pedirle a Alberto Núñez Feijóo que retire su recurso, aunque el PP ya lo ha ampliado, para tratar de impedir que la reforma culmine esta misma semana.

Por su parte, el Partido Popular (PP) ha intensificado sus ataques a Sánchez por la maniobra del Gobierno para modificar las leyes que regulan el Tribunal Constitucional (TC) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El coordinador general de los populares, Elías Bendodo, se dirigió este domingo durante una comparecencia con cargos locales del partido en Torremolinos (Málaga) al jefe del Ejecutivo para pedirle que, «por favor, entienda que él no es el dueño España, que es de los españoles. España no es de Sánchez y que escuche al PSOE verdadero, de la Transición, que hizo un papel esencial para el avance democrático de nuestro país, y que no haga caso al PSOE podemizado y entregado a los independentistas y a los radicales».

El número tres de la cúpula del PP, en referencia a su recurso ante el TC que hoy mismo analizará el pleno del Alto Tribunal, defendió la «obligación moral y ética» de su formación a «acudir a donde haga falta» para, enfatizó, «que este delirio dictatorial de Sánchez no siga adelante» en el que a su juicio está inmerso el jefe del Ejecutivo.

En referencia a ERC, Bendodo dijo que «el chantajista no se conforma con un único pago» y enumeró cuáles serían: el primero los indultos concedidos a los líderes del 'procés'; el segundo y el tercero la supresión de la sedición y la rebaja del delito de malversación; y el cuarto que podría estar en camino, explicó, es la concesión de un referéndum de independencia a los independentistas.

Igualmente, Bendodo, que tildó de «populista» la conducta del presidente del Gobierno, le acusó de manera metafórica de estar atentando contra el «muro de carga» del sistema democrático español.

Para Bendodo, «la bronca es la palabra clave de la estrategia electoral de Sánchez, porque si hay bronca se diluyen todas sus barbaridades». El coordinador general volvió a despejar la petición de presentar una moción de censura que le reclaman Vox y Ciudadanos, asegurando que «claro que hay una moción de censura» y que será el 28 de mayo, fecha de las elecciones autonómicas y municipales.