El PSOE trata de contener la crisis interna por el 'caso Salazar' con una nota a sus cargos y militantes: «No hemos estado a la altura»

En el citado texto, al que ha tenido acceso ABC, el PSOE hace un relato pormenorizado del desarrollo de los hechos, desde el pasado 26 de mayo hasta la actualidad, en el que reconoce que su actuación «debe ser mejorada». Esto, después de que las víctimas se quejasen de que el partido no se había puesto en contacto con ellas cuatro meses después de haber presentado las denuncias por situaciones de acoso sexual contra Francisco Salazar por el canal interno de Ferraz.

Además, desde el partido califican los comportamientos que aparecen en las denuncias como «repugnantes, intolerables e incompatibles con los valores del Partido Socialista». «Nos duele que haya sucedido», señalan en el documento fechado este viernes 5 de diciembre en el que dan una explicación punto por punto de los hechos de los últimos meses y las acciones que ha llevado a cabo el partido.

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El partido trata así de trasladar su versión de los hechos, asumiendo algo de autocrítica y proyectando un propósito de enmienda. Una actitud muy distinta a la que se destiló en la reunión convocada de urgencia el pasado miércoles con las secretarias de Igualdad de las federaciones socialistas y que alguna de las presentes calificó de «desagradable».

Ahora, admiten su responsabilidad en el trato a las víctimas. «Lamentamos no haber arropado suficientemente a las personas que han presentado las denuncias», señalan, después de que éstas desaparecieran del canal interno y el partido no diera curso a las mismas. En la nota interna, el partido reivindica su compromiso por seguir mejorando la lucha contra el acoso hacia las mujeres y en el desarrollo de las políticas de igualdad» y recuerdan que son el primer partido que cuenta con un «protocolo» en este sentido, aunque haya resultado inoperante en el 'caso Salazar'.

«Somos conscientes de que al ser un sistema innovador precisa de mejoras continuas», reconocen, al tiempo que se comprometen a «no escatimar en recursos hasta que el sistema sea óptimo». En este punto, informan de que las denuncias presentadas contra Salazar están siendo «analizadas y contrastadas» por la comisión antiacoso «dentro del plazo» establecido y sus conclusiones serán recogidas en un informe con «la propuesta de medidas a adoptar» que les será remitido a las denunciantes.

En este punto, los socialistas se envalentonan y aseguran que «no van a permitir que se cuestione el compromiso del Partido Socialista con la erradicación de la violencia contra las mujeres en todas sus formas». «Menos, si cabe, por parte de quienes la banalizan, niegan y no la combaten», puntualizan, en clara referencia al PP.

Esta cuestión está siendo ya instrumentalizada por los populares en la campaña extremeña y amenaza con tener un potente impacto electoral para el PSOE, cuyo principal granero de voto se encuentra en las mujeres. Esto hace que la indignación en el partido no se circunscriba únicamente al ámbito de la corriente feminista ni de las secretarias de Igualdad, sino que la actitud de la dirección, tratando de poner sordina al escándalo sexual de Salazar, ha generado un malestar que atraviesa toda la formación.

Una vez se hicieron públicas las denuncias, la respuesta del PSOE no ha sido todo lo contundente que cabría esperar. Pese a que internamente prediquen la "tolerancia cero" con el acoso a las mujeres, varios son los dirigentes que critican el halo de protección e impunidad que ha rodeado a Salazar por el mero hecho de integrar el círculo más próximo del presidente del Gobierno. «¿De esto tampoco se enteró?», se preguntan.