El PP se querella contra el fiscal general ante el Supremo porque ascendió a Delgado como «pago de los favores recibidos»

Le acusa de prevaricación por promover a su exjefa a un cargo que ya ha sido anulado por la Sala Tercera

La justificación de García Ortiz para el ascenso de Delgado: «Lo voy a solucionar yo, que soy fiscal general»

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz

Casi un mes después de anunciarla, el Partido Popular ha presentado ante el Tribunal Supremo una querella en la acusa al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, de prevaricación por su decisión de ascender a primera categoría a su exjefa y antecesora en ... el cargo Dolores Delgado.

En el escrito, fechado el 6 de marzo y al que ha tenido acceso ABC, los populares aseguran que García Ortiz antepuso su criterio «personal, arbitrario y caprichoso» cuando promovió a Delgado como fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Supremo, un nombramiento que ya fue anulado el pasado noviembre por la Sala Tercera al Alto Tribunal por «desviación de poder». Resuelto el asunto por la vía contencioso-administrativa, el PP quiere obtener una respuesta también por la vía penal.

Para explicar el interés personal del fiscal general en premiar a Delgado, el PP recuerda que fue la propia Delgado la que, siendo máxima representante del Ministerio Público le ascendió a primera categoría nombrándole jefe de la Secretaria Técnica, un cargo del que, tras el cese de Delgado por motivos de salud, García Ortiz pasaría a asumir la dirección de la Fiscalía General del Estado. La «amistad manifiesta» que les une desde hace años y que llevó a Delgado a traer a García Ortiz desde Galicia, donde era el responsable de Medio Ambiente, «se ha materializado en un intercambio continuo de favores que ha beneficiado a ambas partes y a sus correspondientes carreras profesionales".

"Empecinamiento"

«Estando el querellado al frente de la Fiscalía General del Estado, tocaba pagar los favores recibidos. Para ello, en cumplimiento, a buen seguro, de promesas anteriormente hechas, el querellado se empecina en proponer al Gobierno la promoción de su anterior jefa a la condición de fiscal de Sala", reza el escrito, aunque ello implicara orillar criterios estrictamente técnicos basados en los principios de igualdad, mérito y capacidad formulados por el Consejo Fiscal, que apoyó por mayoría para la jefatura de la Fiscalía de la Sala Quinta del Supremo a Luis Rueda.

Los populares recuerdan que fue el propio García Ortiz en el que en el Consejo Fiscal en el que se vio este nombramiento reconoció que lo hacía porque era fiscal general y porque la exministra socialista se lo merecía. Pagó así «con un cargo público los favores recibidos de Delgado hasta llegar a ser nombrado fiscal general, siendo una candidata que reunía objetivamente menores merecimientos que el otro miembro de la carrera fiscal" que optaba a esa plaza. Para la formación de Feijóo, "tales hechos constituyen actos de corrupción en el uso de la prerrogativas que le corresponden como Fiscal General del Estado y resultan tipificados en el artículo 404 del Código Penal".

En su escrito, el PP incluye la sentencia de la Sala Tercera del Supremo que anuló del nombramiento de Delgado, y también el acuerdo del CGPJ que declaró no idóneo al fiscal general en este segundo mandato que empezó a final de año tras haber sido propuesto de nuevo por el Gobierno. Sobre la primera dice que "aun cuando se trate de un pronunciamiento dictado por el Alto Tribunal en el orden contencioso administrativo, no por ello deja de tener una enorme trascendencia a la hora de calificar penalmente los hechos que en él subyacen, por ser íntegramente coincidentes" con los que sirven de base a esta querella, cuya ponencia ha recaido en el presidente de la Sala, Manuel Marchena.

"En la primera oportunidad que tenga"

Reproduce así las expresiones vertidas por García Ortiz en el Consejo Fiscal en el que promovió el ascenso de Delgado y lo injusta que le parecía que su exjefa pasara de ser fiscal general a ser una fiscal rasa que no gozara de esa primera categoría. "Pero ¿de verdad nos creemos que no debemos dar esta salida a nuestra fiscal general del Estado? ¿De verdad lo pensamos? ¿Estamos de verdad envolviendo la pertenencia a la togada para no solucionar el problema que tenemos delante de nosotros? (...) Yo soy el fiscal general del Estado y lo tengo muy claro: esta cuestión la tengo que resolver. Y la tengo que resolver como honestamente creo, la dignidad de la función de fiscal general del Estado lo mínimo que merece es el máximo reconocimiento de la carrera, lo mínimo. Y para nosotros, el máximo reconocimiento profesional es ser fiscal de sala. Y a la persona que merece, que tiene los méritos, la capacitación, la especialidad, si lo queréis llamar así, para ser el fiscal de sala de la togada, démosle lo que se merece. Lo tengo tan claro, que en el momento de la toma de posesión, alguien me preguntó: «¿Cuándo vas a hacer fiscal?». Perdón por esta forma de expresarme (...): 'En la primera oportunidad que tenga', sin ningún tipo de dudas. En la primera oportunidad".

El fiscal general reconoció a continuación que no le movía "el afecto ni la pasión ni las deudas que tengo, y muchas, con la anterior general del Estado (...), sino "un deber institucional". A juicio del PP, esas expresiones no hacen sino corroborar que la relación que tenía con Delgado le debía haber llevado a abstenerse de esa votación.

Los populares recuerdan que la votación que se produjo en el seno del Consejo Fiscal concluyó que el candidato idóneo para ese puesto de fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo dio a Luis Rueda 6 votos de los once emitidos. "Es cierto que el informe del Consejo Fiscal es preceptivo pero de naturaleza no vinculante, pero no es menos cierto que para apartarse del informe de un órgano consultivo es requerido un cierto esfuerzo argumentativo" que en este caso no se dio. "El querellado se limitó a imponer su criterio sin mayor argumentación que la referencia a su relación con Dña. Dolores Delgado y unos méritos ajenos a la jurisdicción militar que no hacían que su candidatura superara a la de D. Luis Rueda. Y lo dijo expresamente: se trataba única y exclusivamente de recompensar a la Sra. Delgado con un ascenso de categoría y con un destino privilegiado en la Carrera Fiscal porque de este modo, él mismo, con su simple y única voluntad (¡para eso es el Fiscal General del Estado!) 'suplía' una 'laguna' que el ordenamiento no preveía".

Arbitrariedad

En la querella se reconoce que la desviación de poder apreciada por la Sala Tercera del Supremo "no aboca necesariamente a considerar que dicha desviación de poder es de por sí constitutiva de un delito de prevaricación". Es decir, lo resuelto en esa sentencia "no prejuzga en modo alguno la decisión que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo alcance sobre la relevancia penal de los hechos denunciados. Sin embargo, tal como se expone y fundamenta en esta querella, concurren en la conducta del querellado circunstancias adicionales -que van más allá de la mera desviación de poder- que sí tienen relevancia penal. Pero, para alcanzar la conclusión anterior, es preciso que, ante la apariencia delictiva de los hechos objeto de denuncia, se prosiga la investigación penal de los mismos".

Así, prosigue, en el ámbito penal será fundamental corroborar que la proposición por el querellado de Dña. Dolores Delgado como Fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo fue un acto arbitrario. A juicio del PP esa arbitrariedad la constata el hecho de que García Ortiz "considerara como determinantes unos méritos que no son susceptibles de apreciación para el nombramiento y se amparara en la inexistencia de norma legal al respecto".

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