PP, CS y Vox cargan contra Illa por la amnistía: «Nadie mintió tanto como usted»

El presidente autonómico ha definido la futura norma de la amnistía, que afectará a todos los independentistas encausados por el 'procés' y el 9-N, así como a los casos que no estén directamente vinculados, como algo «positivo, para dejar atrás la represión y poder afrontar los debates políticos sobre el presente y el futuro del país sin amenazas y decidir en plena libertad». Aragonès ha hecho una defensa a ultranza de la futura norma: «No cae del cielo. Llevamos años buscando acuerdos en el ámbito antirrepresivo: indultos, eliminación del delito de sedición y modificación del delito de malversación y ahora llega la amnistía».

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Pero Aragonès, que ha mostrado su apoyo «a los vecinos» de Madrid «afectados por los altercados protagonizados por la extrema derecha», ha señalado que estos acuerdos han provocado «una reacción en determinados ámbitos judiciales y en la calle», pero que «combatirán» para seguir avanzando hacia «una solución democrática» y que «Cataluña decida libremente su futuro», en referencia a la propuesta de un referéndum de independencia que en unas semanas presentará al Gobierno de España.

En relación a las dudas de la CUP, manifestadas por Laia Estrada, sobre si ERC, con el pacto con el PSOE, ha renunciado a la independencia, Aragonès ha dicho que «en una negociación nunca ganas 10 a 0, y teniendo presente esto, estamos razonablemente satisfechos, sí (con el resultado de la negociación con el PSOE)». Y ha concretado que su satisfacción se basa, sobre todo, en que «el acuerdo con el PSOE reconoce que hay un conflicto con Cataluña en relación a la soberanía, no por la convivencia» y «se reconoce que (en el 'procés') hubo un choque de dos legitimidades, la legitimidad democrática de este parlamento y la legitimidad en el ámbito constitucional que tiene el ordenamiento jurídico español y que esto se ha de resolver, y estamos trabajando para resolverlo».

Sin embargo, más allá de las palabras de Aragonès, la sesión de control al Govern ha servido para que Alejandro Fernández (PP), Carlos Carrizosa (CS) y Garriga carguen contra Salvador Illa (PSC) por el pacto de los socialistas con los independentistas que deja sin efecto legal los graves hechos ocurridos en 2017. Fernández, que ha lamentado que el «proceso catalán» ahora se haya transformado en el «proceso español», ha llamado mentiroso a Illa: «Nadie mintió tanto como usted en la campaña electoral, es calcadito a Pedro Sánchez». Pero ha advertido de que los independentistas no se saldrán con la suya: «Se lo aseguro». Aunque se relaman por tener un presidente del Gobierno «arrodillado», ha añadido.

Por su parte, Carrizosa ha señalado que «con esta amnistía solo gana la casta de los intocables, la diminuta elite separatista, los CDR y los que roban en nombre del 'procés'», pero ha asegurado que su formación política estará vigilante y no dejará huérfanos a sus votantes, como sí ha hecho el PSC, a su parecer: «Lo que les aseguro es que no perderán la dignidad, la memoria y la voz».

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Pero el momento más tenso de la sesión parlamentaria, que ha pasado desapercibido para la presidenta del Parlamento de Cataluña, Anna Erra (Junts), y gran parte de los diputados, ha sido después de la intervención del líder de Vox. Tras cargar contra Illa y el PSC, partido al que ha renombrado como «Partido Separatista de Cataluña», que «no es alternativa» porque, en su opinión, «solo pretende mantener la alternancia» y «engañar a los catalanes» a los que ha traicionado pactando la amnistía, se ha referido a los comunes.

Lo ha hecho en los siguientes términos: «Y, sí, señores comunistas hiperventilados, vamos a defender el legado de nuestros abuelos y el porvenir de nuestros hijos en legítima defensa», ha dicho Garriga para reivindicar las protestas ante las sedes del PSOE y el PSC que esta semana se están produciendo para expresar la disconformidad del pacto entre los socialistas y ERC y Junts que incluye la amistía.

Mientras Garriga finalizaba su intervención, Jéssica Albiach, líder de los comunes en el Parlamento autonómico, desde su escaño, le hacía una peineta al líder de Vox y su compañero de bancada David Cid hacía gestos de desaprobación de las palabras del también secretario general de Vox. Erra ha advertido a Garriga porque en su turno de pregunta a Aragonès no ha planteado ninguna cuestión al 'president', pero no ha dicho nada de la peineta de Albiach.