La Audiencia Nacional concede permiso a un etarra sin pedir perdón expreso a sus víctimas
El auto, del que ha sido ponente Ricardo De Prada, contradice al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, que rechazó la solicitud del preso de ETA Martínez Ahedo porque su arrepentimiento era genérico
Miriam Villamediana y Isabel Vega
Bilbao
El preso de ETA Jorge Martínez Ahedo, condenado por asesinar a un guardia civil en 1994, podrá acceder al permiso penitenciario que le revocó el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria a mediados del año pasado. La Sala de lo Penal de la ... Audiencia Nacional ha revocado la anulaciónque dictó en julio porque entiende que la fórmula genérica de perdón que este etarra utilizó en su día es suficiente, habida cuenta de que se encuentra próximo a cumplir las tres cuartas partes de su condena.
El pasado mes de junio Martínez Ahedo solicitó un permiso de seis días. La junta de tratamiento de la cárcel de Basauri (Vizcaya) acordó por unanimidad concedérselo. Sin embargo, el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional lo revocó porque el escrito de arrepentimiento aportado no contenía una «petición expresa de perdón a las víctimas de los delitos cometidos», sino que se limitaba «a todas aquellas personas a las que he causado daño». Los magistrados explicaron entonces que adoptaban esa decisión atendiendo a la doctrina marcada por el Tribunal de Apelación.
Sin embargo, la Sección Primera de la Sala de lo Penal contradice esa opinión en un fallo del pasado 24 de febrero al que ha tenido acceso ABC y del que ha sido ponente José Ricardo De Prada. El tribunal estaba compuesto por los también magistrados María Riera y Francisco Javier Vieira, que actuó como presidente y que ha emitido su voto particular contra dicho permiso a este preso de ETA.
La sentencia apoyada por De Prada y Riera sostiene que es «absolutamente opinable» que la falta de perdón expreso a las víctimas «no se haya producido en los textos remitidos por el interno». Añade, además, que este criterio «no puede imponerse y servir para desatender la objetiva evolución del interno», algo que explica, se pone de manifiesto en el informe elaborado por el psicólogo penitenciario.
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Según recoge el auto, dicho informe asegura que Martínez Ahedo «reconoce» y «asume» su responsabilidad personal y es «consciente del daño generado». Asegura, además, que su actitud delictiva ha ido «evolucionando» desde una lectura «más general» a una «más personal y humanizada». «En la actualidad defiende medios democráticos para la consecución de objetivos políticos y rechaza abiertamente la utilización de la violencia», concluye.
Los magistrados refuerzan su postura destacando que el preso se encuentra «próximo» a cumplir las tres cuartas partes de su condena, algo que ocurrirá en el mes de agosto. Además, destacan que los técnicos de la prisión de Basauri no solo aprobaron el permiso por unanimidad, sino que además, son varias las salidas que había realizado hasta la decisión emitida por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, «sin que conste ninguna incidencia».
Martínez Ahedo también solicitó que se declarara nulo el proceso alegando que se habían producido «graves irregularidades procesales». Los magistrados no acceden, sin embargo, a admitir este extremo, ya que consideran que, al tratarse de «un procedimiento en el que no se ha producido resolución definitiva», no procede. Recuerdan al acusado que las resoluciones dictadas siempre pueden ser recurridas ante la Sala de lo Penal.
Condenado por asesinar
Martínez Ahedo cumple en la actualidad una condena de 30 años de cárcel por asesinato, atentado y robo con violencia. Perteneció al Comando Vizcaya de ETA durante la década de los 90 y participó en el asesinato del guardia civil Benigno Villalobos el 28 de abril de 1994 en la localidad vizcaína de Trapagarán. El cabo primero había salido de su casa para dirigirse al trabajo. Cuando iba a montarse en el coche, otro miembro de ese comando, Ángel Irazabalbeitia, le disparó tres tiros en la cabeza. Martínez Ahedo estaba esperando en el vehículo para huir de la escena.
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