El presunto asesino de Koldo Losada, a una amiga: «Estoy muy mal. Mátame, por favor, mátame»

La testigo, que conocía tanto al presunto acusado como a la víctima desde hacía tres décadas, ha relatado que viajó desde San Sebastián tras recibir de otras amigas la información de que Ezkurdia había comunicado que padecía una enfermedad terminal y le quedaba un mes de vida . Al saber por Garbiñe, hermana de Losada, que nadie conocía el paradero exacto de este, su preocupación le llevó a viajar de inmediato en su coche de San Sebastián a Bilbao, donde se encuentra ya con una ambulancia ante el domicilio residía el matrimonio y tuvieron lugar los trágicos hechos -el actor fue golpeado en varias ocasiones en la cabeza y también fue asesinado el perro de ambos-.

De acuerdo con el testimonio de Itziar V., tras pasar unos minutos con Ezkurdia, que le reconoce de inmediato, en la ambulancia, aprecia la llegada de la Ertzaintza y cómo otra de las testigos, Noemí, aparece con la «cara destrozada». En ese momento intuye que se trata de Losada y subí al domicilio, donde ve el cadáver. «Empecé a gritar, que me dejaran abrazarle». Regresa a la calle y se mete en el coche patrulla, donde se encuentra ya el acusado. Es en ese momento, según su declaración, donde le dice: «Estoy muy mal". «Me agarra del foulard y me dice: 'Mátame, por favor. Mátame'» .

También ha declarado que cuando bebía «jamás» perdía la memoria , como sostiene el acusado y su defensa que le ocurrió el día de los hechos. «Sabía perfectamente dónde estaba, lo que estaba haciendo, había que ir a los sitios que él quería». También ha afirmado, lo que contradice igualmente al acusado, que «ya no bebía» desde finales de 2012 y que «estaba muy orgulloso» por ello. Sobre la relación entre acusado y víctima ha indicado que no le «parecía una relación sana para nada», por los celos de Ezkurdia «por su trabajo y su familia. No soportaba que fuera donde su familia».

Un relato en consonancia con las declaraciones de dos hermanos de la víctima. Begoña ha afirmado que el presunto asesino «hacía sufrir bastante» a Koldo, a quien «controlaba y «le hacía pagar muy caro el tiempo que pasaba fuera» por motivos de trabajo , mientras que éste «le quería muchísimo». También ha afirmado que «había dejado de beber» y «para nada» le consta que hubiera retomado su adicción.

En la misma línea se ha movido Iñigo, el otro hermano, quien ha definido la relación como «revuelta» porque «hacía lo imposible por llamarle, increparle, molestarle, que se preocupara por él. Tenerle preocupado constantemente». Al igual que su hermana, no le constaba que tuvieran pensado como mudarse, como ayer declaró el acusado. « Mi hermano estaba ciegamente enamorado de Jon », ha afirmado con rotundidad.

La defensa ha presentado a tres testigos para cerrar la vista de este martes. La primera, una empleada doméstica, que limpiaba la casa una vez a la semana, ha asegurado que, en su opinión, la relación entre ambos «era muy buena. Eran unas lindas personas los dos ».

El juicio se reanuda mañana.