Puppy cambiará de flor para el aniversario del Guggenheim

Puppy, una estructura metálica de 12 metros de altura y 15 toneladas de peso recubierta con un manto vegetal, se ha convertido ya en todo un icóno para el museo. Este hecho hace que se haya considerado todo un acontecimiento el cambio de flor que se está experimentando en la escultura, el cual, coincide con el cumpleaños del museo.

Así, y ya que se cumplen este año quince años desde la apertura del Guggenheim Bilbao, los responsables del museo han corroborado que pretenden hacer volver a Puppy al aspecto con el que se creó, es decir, «más asilvestrado y orgánico».

Según ha informado un portavoz del museo, el cambio de flor en este monumental cachorro de west highland white terrier comenzó el pasado día 21 y este martes ya es visible, aunque habrá que esperar a que la floración avance para que sea más evidente la modificación en el vestido del cachorro.

Para el nuevo traje, se han utilizado más de 38.000 flores de todo tipo de flores: begonias, alegrías, lobelias, petunias, claveles de indias y ageratos agrupados en manchas de pequeño tamaño.

Dichos capullos, se colocarán en sustitución de las de gran formato que han cubierto la obra durante las últimas catorce primaveras, tal y como ha informado el Guggenheim-Bilbao en una nota de prensa.

El color predominante en el conjunto será el blanco y, en esta ocasión, lo que se busca es que el famoso cachorro vuelva a su aspecto originario de hace veinte años, cuando fue creado por Koons para un castillo situado en Bad Arolsen en Alemania.

En contra de lo que pueda parecer, el «Puppy» del Guggenheim no es el primero que se creó en el mundo. Concretamente, el abuelo de la escultura de Bilbao fue creado hace 20 años para ser instalado de manera temporal en un castillo en la ciudad alemana de Bad Arolsen. Como podía esperarse, el monumental animal floral atrajo la atención del público y el interés de la prensa especializada.

Tras éste, Koons creó una versión de mayor tamaño que se mostró en el patio del Museo de Arte Contemporáneo de Sidney entre diciembre de 1995 y marzo de 1996.

Hubo que esperar hasta 1997, año en que Puppy viajó hasta Bilbao y fue colocado en su emplazamiento definitivo frente al Museo Guggenheim Bilbao, que abrió sus puertas el 18 de octubre de ese año.