El pacto migratorio con Junts explota en el Congreso sin Sánchez y con el PP pidiendo la dimisión de Marlaska

Marlaska, que ha optado por negar la mayor, ha dicho estar insistiendo «por activa y por pasiva» en que «no hay cesión» al independentismo en la delegación competencial en materia migratoria a Cataluña. «Va a ser la Policía Nacional la que siga diciendo quién entra y sale de nuestras fronteras y sellando los pasaportes, y quien acuerde y ejecute cuándo se procesa la expulsión de ciudadanos extranjeros», ha defendido. A preguntas del PP y Vox en la habitual sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Marlaska ha asegurado que la ley surgida del pacto con Junts no implica traspasar el control de las fronteras ni el de los flujos migratorios irregulares y tampoco la expulsión de Policía Nacional y la Guardia Civil del territorio.

Un discurso con el que el ministro de Interior no ha logrado convencer a la bancada popular. «Señor Marlaska, es usted un ministro agotado, incapaz y desautorizado. Cualquier agente tiene más sentido del honor que usted. Hágase y háganos un favor: dimita y pida disculpas», le ha interpelado Tellado, quien tiene claro que «los independentistas han conseguido mucho más con el PSOE que con la declaración unilateral de independencia».

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«El único momento en que se puso en peligro la integridad política de España fue con el Gobierno de Rajoy y la declaración unilateral de independencia en Cataluña», ha respondido rápido el socialista, asegurando que con ese Ejecutivo «sí que se le faltó el respeto a la Guardia Civil y a la Policía Nacional» del mismo modo que con el de José María Aznar, ha dicho Marlaska, «se echó a la Benemérita de las carreteras de Cataluña» y «se redujeron 750 efectivos en siete años, entre 2011 y 2017».

El responsable de Interior ha ido más allá en su intervención y llegado a acusar a los populares de «utilizar» a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. «Ustedes les usan. Lo hicieron en el Gobierno para destruir pruebas e investigar al adversario mientras pasaban de sus derechos laborales y ahora siguen utilizándoles con el bulo», ha dicho el ministro. Unas palabras que la popular Ana Belén Vázquez ha reprobado de inmediato: «Acaba usted de insultar a la inteligencia de los agentes». «Ustedes sí que les insultan con menos efectivos, menos salarios y menos infraestructuras», le ha contestado Marlaska, que no ha dado puntada sin hilo y de paso ha sacado pecho de su gestión al frente de Interior, asegurando haber recuperado más de 15.000 efectivos en Cataluña e incrementado un 40 por ciento sus sueldos.

Vázquez, que considera que esta delegación competencial a Cataluña «no es una cesión más», sino «la traición más grande» ejecutada por el Gobierno de Sánchez a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en nuestro país, ha sido la encargada de abrir el melón de la sonada ausencia de Marlaska, que tampoco acudió a la cumbre de Interior de la Unión Europea, tras conocerse el acuerdo entre PSOE y Junts. «Se escondió cinco días como Sánchez, pero sin carta para después salir a desmentir el acuerdo; es usted un cobarde». le ha echado en cara. El responsable de Interior ha empleado un tono duro y le ha respondido que «con la salud no se juega» y que «hay pruebas» de por qué estuvo dos días sin comparecer públicamente por motivos de salud.

Todavía este asunto ha tenido un último enfrentamiento entre Marlaska y el parlamentario de Vox, Ignacio Gil Lázaro, al que este ha acusado de «entregarse a Cataluña por exigencia del delincuente Puigdemont para que Sánchez pueda seguir contando con su apoyo», no sin antes finalizar con un aviso a navegantes. «Cuando Vox gobierne, volverá a ser una nación próspera, fuerte, unida y respetada», ha zanjado Gil Lázaro. Su compañera y portavoz del grupo parlamentario, Pepa Millán, que en esta ocasión ha dirigido su pregunta al ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha criticado el hecho de que ni siquiera el Gobierno sea capaz de explicar sus propias «contradicciones» y lamentado que vivan «instalados en la indignidad».

«Es un honor que no cuenten para nosotros en su ronda de contactos», ha aprovechado Millán para decir, dirigiéndose al Ejecutivo. La de Santiago Abascal será la única formación con la que no se reúna Sánchez este jueves en La Moncloa para debatir sobre la subida del gasto en defensa y la subida al 2 por ciento del PIB antes de 2029 a la que ya se ha comprometido el socialista con Bruselas.

Previo al calvario de Marlaska, y a falta del presidente del Gobierno y su habitual cara a cara con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, le había tocado el turno a María Jesús Montero. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha abierto camino entre sus compañeros de partido este miércoles al sacarle los colores a la vicepresidenta primera por «intentar desconectar a Cataluña de España con cesión tras cesión».

Algo que «si es tan bueno y progresista y socialista, ¿por qué en el programa electoral del 23-J llevaban todo lo contrario?, ha preguntado. »Llegar a acuerdos no es ceder, es la esencia de la política y de la democracia. Hágaselo mirar«, le ha pedido a Gamarra la también ministra de Hacienda al tiempo que ha sacado a relucir el Pacto del Majestic de 1996 que Aznar hizo «por ceder» para compararlo con el suyo que es «por normalizar situaciones».

Mientras tanto, en el exterior se manifestaban policías y guardias civiles frente al Congreso precisamente por la delegación de competencias migratorias a Cataluña, una norma que consideran podría «poner en riesgo la seguridad de todos». La protesta ha sido secundada por diputados de Vox, entre otros, Javier Ortega Smith, quien ha denunciado estar ante «una muestra más de la traición de Sánchez y un paso más en el que vende la soberanía nacional a cambio de un puñado votos». Por ello, la formación derechista pide al PP que no suscriba un pacto con los socialistas al igual que ya ocurrió con el poder judicial y vete la norma en el Senado.