Sesión de control
El Gobierno y la oposición se atacan con el aborto y la corrupción en una batalla por el relato
Sánchez declara a su Ejecutivo como «uno de los más decentes» de Europa ante la pinza de Feijóo y Abascal; la vivienda, principal problema de los españoles, casi ha parecido la nota discordante
Sumar presiona para congelar ya los precios de miles de alquileres
Juan Casillas Bayo y Patricia Romero
Madrid
Las preguntas parecían tan previsibles como las réplicas. El día que José Luis Ábalos volvía al Tribunal Supremo para declarar como investigado en el caso Koldo, que la corrupción iba a ser la principal baza de la oposición contra el Gobierno no se le escapaba ... a nadie. Tampoco, que el Ejecutivo, que ha encontrado en el aborto un asidero para revolverse contra el PP, iba a utilizar a las mujeres de parapeto. La sesión de control del Congreso, tras salirse del renglón la semana pasada al anunciar Alberto Núñez Feijóo que Pedro Sánchez será llamado a la comisión de investigación del Senado, ha vuelto por sus fueros: un pimpampum.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, no ha defraudado. «Con usted han prosperado Ábalos, Santos Cerdán, Koldo y su familia. Y todos, a su sombra». El presidente del PP se ha quejado de que el círculo del presidente haga «caja» mientras los españoles hacen «cuentas», especialmente los autónomos con el aumento de sus cotizaciones: «Los que tienen problemas para llegar a fin de mes ven cómo en el Ministerio de Transportes corren los billetes como en un prostíbulo». Sánchez se ha guardado el comodín para su segunda intervención, tras la que el popular ya no tenía réplica, pero ya en la primera ha trasladado una idea que ha provocado una carcajada generalizada en las bancadas de la derecha: «Este es uno de los Gobiernos más estables y decentes de Europa».
De nuevo, el jefe del Ejecutivo se refugiaba en la macroeconomía. Pero Feijóo, erre que erre, no se resignaba: «En la España de Sánchez, si trabajas, pagas; si robas, cobras; si le aplaudes, prosperas». «Este es uno de los Gobiernos más decentes de la Unión Europea», repetía Sánchez, para regocijo de la mitad de sus señorías. Después, contraataque: lo que no es decente, ha apuntado el presidente, es el «silencio» de Feijóo. «Silencio» cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pone trabas al aborto; «silencio» cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, dijo que no se informó a las mujeres que pudieron sufrir los errores en el diagnóstico de cáncer de mama para no generarles «ansiedad»; y «silencio» cuando Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de Ayuso, alega que «mentir» no es delito.
Ábalos vivió cinco años de lujo sin sacar ni un euro del banco
Carmen Lucas-Torres«La pregunta que debemos hacernos es qué aporta a la política. La respuesta la tienen en su grupo, que lo aplaude para tapar la nada de sus intervenciones», ha concluido Sánchez, para despachar a Feijóo. Pero aún tenía que contestar a la pregunta de Santiago Abascal, líder de Vox, quien ha demostrado que si existe una pinza, es la que ejerce la oposición, aun enfrentada en ocasiones, contra el Gobierno. Quería saber el diputado derechista por qué, según él, el jefe del Ejecutivo «protege a los delincuentes» y «abandona a los españoles honrados». Mismo 'leitmotiv' que el de la pregunta de Feijóo.
Abascal se ha contestado a sí mismo: «La respuesta que no dará es fácil: porque los delincuentes le protegen a usted mientras los honrados lo abuchean». El presidente de Vox ha recordado la amnistía, las negociaciones en el extranjero con el prófugo Carles Puigdemont, los incendios, la dana en Valencia, el volcán de La Palma... y ha terminado con «la vuelta de tuerca a los autónomos». Después, ha dejado en el aire si Sánchez es autor «intelectual o material» de los delitos de su hermano, David, quien está procesado por presuntos tráfico de influencias y prevaricación.
Primero, el presidente ha tirado de su sorna habitual y le ha dado la bienvenida a Abascal tras intentar acaparar el protagonismo del 12-O «robándoselo» a las Fuerzas Armadas y al Rey. Después, ha acusado al líder de Vox de basar su proyecto en el «miedo» a los inmigrantes, al cambio climático y a las «mujeres libres». De nuevo, el as en la manga: «Ustedes cercenan los derechos de las mujeres con la ayuda del PP. PP y Vox, distintas siglas, mismo proyecto reaccionario».
En la réplica, Abascal le ha recordado a Sánchez que fue él, en Paiporta (Valencia), quien dejó solo al Jefe del Estado «en una lluvia de barro». Después, le ha preguntado si estaba «nervioso» en Sharm el Sheij (Egipto), durante la firma del alto el fuego en Gaza, ante el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por un supuesto vínculo de Sánchez con el venezolano Nicolás Maduro. «Se le ha hecho larga de nuevo la pregunta. ¿Que tengo algo con Maduro? Explíquemelo usted, ¡que no tengo ni idea!», ha repuesto el secretario general del PSOE, antes de regresar a la senda marcada en la Moncloa y acusarlo de perpetuar el patriarcado.
ERC y Podemos remarcan que la mayoría de viviendas se compraron en 2024 «a tocateja» y que solo un 14% de las casas adquiridas eran para ser primer hogar
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha intentado llevar la sesión de control por otros derroteros y ha preguntado a Sánchez por su política de vivienda, principal preocupación de los españoles. Pese a ello, casi ha parecido la nota discordante, algo extemporáneo, y apenas ha significado un paréntesis en el que el republicano ha remarcado que el 56 por ciento de las viviendas se adquirieron en 2024 «a tocateja» y que solo el catorce por ciento de las casas que se compraron eran primera vivienda.
Sánchez se ha limitado a sacar pecho de la ley que las comunidades gobernadas por el PP no aplican, de la prohibición de venta a fondos buitre, de los préstamos a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO)... Ione Belarra, de Podemos, ha insistido en la cuestión ante la vicepresidenta María Jesús Montero, quien se ha defendido de sus críticas recordando que hace solo dos años su partido estaba en el Gobierno.
Entre ambos rifirrafes, la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Ester Muñoz, quería saber de Montero si su único proyecto —sigue sin haber noticias de los presupuestos— es «tapar la corrupción» del Gobierno. «Quiero un proyecto de país donde las mujeres seamos consideradas personas mayores de edad y capaces de decidir», ha contestado la vicepresidenta. La pauta, en el resto de preguntas, se ha seguido repitiendo.
Recuerdo a Bárcenas
«Le noto ausente, quizás está preocupado. No tiene la cabeza en la sesión de control, probablemente la tenga en el Tribunal Supremo, adonde asiste su amigo José Luis Ábalos», le ha dicho Miguel Tellado al ministro Félix Bolaños, fotografía de grupo en mano de una fiesta de cumpleaños del que fuera responsable de Transportes. «¿Le cantaron eso de 'porque es un muchacho excelente'?», ha bromeado el secretario general de los populares. «Continúa el PP con su estilo ultramontano, ultradifamador y ultraderechista», ha respondido el titular de Justicia, para rápido pasar al ataque y recordar que «hubo una época en la que los Gobiernos tapaban delitos, pero eran Gobiernos del PP», en alusión a los más de cincuenta millones de euros que el extesorero popular Luis Bárcenas tenía en Suiza. «La diferencia es que nosotros no nombramos a Bárcenas y los que están siendo juzgados e investigados sí los nombró Sánchez», se ha defendido Tellado.
Es aquí cuando Bolaños ha sacado, una vez agotado el tiempo de Tellado, el también comodín de la inmigración a cuenta del plan migratorio que presentó Feijóo el martes en Barcelona. El del líder del PP fue un discurso, a ojos del socialista, «lamentable», «xenófobo» y «calcado al de Vox». Acto seguido, le he rebatido la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, también del PP, pero no con corrupción, sino con la concesión del Premio Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado, sobre la que evitó pronunciarse el PSOE. «Qué miedo le tienen a Maduro, son rehenes de un narcodictador», le ha echado en cara Álvarez de Toledo a Bolaños en el habitual rifirrafe semanal que suelen protagonizar en el hemiciclo, al que ha pedido ponerse en pie este miércoles para aplaudir a Machado. Solo le ha seguido la bancada popular. «Cuidado, señor Feijóo, que su grupo aplaude más a María Corina Machado que a usted. Les conocemos, que de un día para otro, lanzan por la ventana a sus líderes», ha ironizado el también ministro de la Presidencia.
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