La presidenta Chivite vuelve a colocar las banderas oficiales en su despacho

Tras la reunión mantenida el pasado lunes con la anterior presidenta de Navarra, Uxue Barkos, y tras la denuncia de ABC, Chivite ordenó al Servicio de Protocolo del Gobierno de Navarra que se

recuperasen las banderas que habían sido quitadas del despacho por la anterior inquilina del Palacio de Navarra. Y en menos de 48 horas ya estaban colocadas nuevamente. De esta forma, el despacho presidencial cumple con el artículo 3.1 de la Ley 39/1981 que dice que «la bandera de España deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estado». Aunque sí que la enseña nacional ha ondeado en todo momento en el exterior del Palacio de Navarra, faltaba cumplir la segunda parte del artículo.

También hoy se han podido ver por primera vez en cuatro años las banderas oficiales en el Salón del Trono del Palacio de Navarra. Allí se ha celebrado esta mañana la toma de posesión de los 13 consejeros nombrados por la nueva presidenta del Gobierno.

Hasta ahora los juramentos y recepciones que realizaba el Gobierno nacionalista en uno de los salones más ornamentados de la sede del Ejecutivo se veía deslucido por la ausencia de unas banderas que diera oficialidad al acto.

Tras la llegada de la nueva presidenta del Gobierno, el Salón del Trono ha vuelto a recuperar su esplendor y ha sido dotado de la institucionalidad que requieren las grandes ocasiones.

El Parlamento de Navarra derogó en marzo de 2017 la Ley Foral de Símbolos que establecía el orden en el que debían figurar las banderas oficiales. De esta manera, el cuatripartito nacionalista que tenía la mayoría en la anterior legislatura pretendía posibilitar que el mandatario de turno eligiese las banderas que debían ondear . Aprovechando esta circunstancia, el anterior Gobierno quitó las banderas del interior de la sede del Gobierno.

Sin embargo, desde entonces numerosos autos judiciales apuntaban que, derogada la Ley Foral, primaba la Ley estatal 39/1981, de manera que la bandera de España debía estar en lugar preferente y acompañada de la bandera autonómica en los edificios autonómicos y también la bandera municipal en los edificios municipales.