Un octogenario, que pasó 15 años en prisión por otro crimen, descuartizó y arrojó a una mujer a un pozo en Jerez

El sospechoso, al que se seguía muy de cerca, ha confesado que la mató, la descuartizó y la arrojó al pozo. Lo hizo, según él, por desavenencias económicas con la víctima, que ha detallado. Miguel cumplió 15 años de condena en la prisión de El Acebuche (Almería) por matar a puñaladas el 13 de mayo de 1997 a un conocido suyo de nacionalidad marroquí, tras una discusión en un bar de un pueblo almeriense. «Es un tipo muy violento. Fue una pelea absurda en la que él reaccionó apuñalando hasta la muerte», explican fuentes del caso.

Su mujer con la que convivía entonces le había pedido el divorcio por los malos tratos a los que la sometía, igual que a sus hijos. El proceso de separación, con el crimen de por medio y la entrada en prisión de su pareja, retrasó los trámites, duró años y siempre en los peores términos, unos términos que casi la llevaron a la ruina. A ella y a sus hijos.

Tras salir de prisión, el individuo se mudó a una casa baja en una barriada de Jerez donde en los últimos tiempos vivía de vez en cuando Buran, si bien en principio el crimen no corresponde con un caso de violencia de género que se ajuste a los recogidos en la ley. La Policía ha hallado en esa vivienda un hacha que se sospecha utilizó para matar a la mujer, entre otros efectos.

El 1 de agosto la Policía Nacional alertó en Twitter: «Esta mujer ha desaparecido en Jerez de la Frontera. Piel blanca, complexión delgada, 1.60m y 55 kg, cabello corto, rubio y rizado, ojos verdes, usa gafas graduadas» y aportó un teléfono y una foto de la mujer para que si alguien la había visto llamara. El tuit lo encabezaba la alerta de «IMPORTANTE» y se añadió que «podría haber desaparecido de forma involuntaria, forzosa y con riesgo para su vida». Las sospechas se han confirmado.

Buran fue vista por última vez el 6 julio tras salir del albergue municipal en el que vivía en ese momento, en una situación de alta vulnerabilidad. Se la buscaba entre las provincias de Sevilla y Cádiz a raíz de la denuncia que interpuso un familiar directo suyo que vive en Toledo.

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El cuerpo, que no ha podido ser identificado aún, estaba oculto a gran profundidad

Los investigadores de Policía Judicial que habían recibido la denuncia de ese familiar seguían el rastro desde hace días. De hecho, ya se había buscado en otra zona de campo con los perros especializados pero sin resultado. Ayer domingo se puso en marcha un amplio dispositivo en ese paraje rural jerezano, el Cortijo de Ducha, en el que participaron numerosas unidades policiales de Madrid y Cádiz. Allí se descubrió el cuerpo en muy mal estado el cuerpo de la víctima, introducido en varias bolsas de basura.

La Policía informó horas después del hallazgo y rescate del cadáver sin facilitar su identidad, así como de la detención del individuo, que continúa participando en los registros.  

El cuerpo de la mujer se trasladó al Instituto de Medicina Legal de Cádiz donde se realizará la autopsia y cuyo informe se espera que revele el mecanismo de la muerte, pese al mal estado. En el dispositivo de búsqueda han participado especialistas de la Unidad de Subsuelo, Policía Científica y Unidad de Medios Aéreos.