Moncloa decide forzar derrotas en el Congreso para retratar a sus socios
Pasa de evitar proyectar debilidad a exponer su falta de apoyos, en los Presupuestos o la reducción de jornada, como cartel electoral
Junts une sus votos a PP y Vox para tumbar la reducción de jornada de Díaz e inflige otra derrota más al Gobierno
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónMorir matando. El Gobierno ha iniciado el curso con la vocación de salir a la ofensiva, aunque esto tenga un coste político y reputacional. Después de meses en posición de defensa, proyectando una imagen de parálisis y limitándose a articular una estrategia para ... repeler los golpes, que llegaban desde un frente variado –tanto del Congreso de los Diputados, como de los tribunales–, el Ejecutivo ha reseteado la hoja de ruta y esto ha tenido un efecto evidente en su manera de fijar prioridades. El cambio es sustancial y pasa por abonarse a una política de tinte 'kamikaze'. Moncloa ha pasado de huir de las derrotas a forzarlas. De evitar cualquier situación que pueda poner en evidencia su debilidad parlamentaria y política a exponer abiertamente sus debilidades y falta de apoyos. De entender que estar en minoría era una amenaza a orientarlo como una oportunidad. De futuro.
En el Gobierno asumen que han perdido el control de los tiempos. El calendario político ha quedado superado por el judicial, cualquier previsión que opere para trabajar o fijar una estrategia puede saltar por los aires con la próxima resolución judicial o el siguiente informe de la Guardia Civil. Y con ello, la legislatura. Esto ha hecho que las dinámicas cambien radicalmente y el clima que rige la política gubernamental –tras el verano– es de precampaña. No hay que equivocarse, entre las prioridades de Pedro Sánchez no está convocar elecciones generales, pero también es consciente de que esa decisión puede volverse inaplazable llegado el momento.
De ahí que en el Ejecutivo se afanen ya por ir hilvanando un relato que exponer como cartel electoral. La clave de apoyo a Palestina y choque con Israel les coloca «en el lado correcto de la historia», frente a una derecha más titubeante en la mera denominación del «genocidio» en Gaza, y las votaciones en el Congreso de los Diputados se instrumentalizarán para el desgaste del contrario. En Moncloa no van a esquivar ningún balón. «Si las medidas no salen adelante, no será porque nosotros no las presentemos», aseguran fuentes gubernamentales, que no están dispuestos a ceder ninguna bandera por incomparecencia. «Si no las aprobamos, serán otros los que tengan que explicar por qué las tumban». Esta es la dinámica del «retrato» que opera para la reducción de la jornada laboral, que ayer se estrelló en la Carrera de San Jerónimo, pero también para los Presupuestos.
El PSOE se desliga del fracaso de Yolanda Díaz con la reducción de jornada
Patricia RomeroLa izquierda recrimina a la vicepresidenta segunda que no empleara en los meses anteriores el agarre del que hizo gala en el debate de totalidad para presionar a Junts
Sánchez ha pasado de dar la orden a sus ministros de no llevar nada a votación que no tuviera previamente atado, para evitar dar imagen de flaqueza parlamentaria, a no dejarse nada en el tintero. «Hay que saber qué batallas dar», señalan en Moncloa, incluso aunque sepan de antemano que son batallas perdidas. Pero en la derrota también consiguen un potencial valioso, retratar al resto de actores políticos en su negativa a medidas, como la iniciativa estrella de la vicepresidenta Yolanda Díaz, «que ya están ganadas en la calle». «Nosotros no vamos a renunciar a nuestras banderas», explican, serán «otros» quienes tengan que rendir cuentas por ello. En el Ejecutivo tratan de minimizar el impacto de los revolcones parlamentarios, si con ello son capaces de construir el argumento de que con una futura mayoría solvente podrían hacer todo aquello que fue imposible por esa falta de apoyos. «Hay ventanas de oportunidad que debemos aprovechar», sentencian.
En el Gobierno recuerdan que fue una mayoría conservadora –de PP, Vox y UPN– la que decidió fijar el orden del día con la votación de la reducción de jornada tan pronto, sin tener todavía maduros los apoyos. Sin embargo, en el Ejecutivo, que ya la retiraron a finales de julio para que no se votara, por la misma falta de respaldo, han optado ahora por dejarla morir. «Queremos que se debata», dicen, aunque otras fuentes también reconocen que «con unas semanas más, tampoco habría cambiado sustancialmente el resultado». En un sector del PSOE censuran la obcecación de Díaz de seguir adelante con la medida sin tener suficientemente atada la mayoría. «Debería haberlo llevado cuando haya agua», critican. Pero la realidad es que el Gobierno se ha tirado a la piscina y los socialistas tampoco se han involucrado en tejer una red de seguridad. Se ha dejado que fuera Díaz quien liderase, sin intromisiones, para que asumiera el golpe en solitario.
Siguiente carpeta: Presupuestos
La misma estrategia opera para los Presupuestos. En el Gobierno han pasado de desdramatizar la prórroga de las cuentas actuales, bendiciendo sus virtudes para la buena marcha del país, a mostrarse dispuestos a llevarlos a votación al Congreso de los Diputados aunque se pierdan. Tal como publicó este diario, fuentes gubernamentales también lo encuadran en una estrategia electoral. «Será nuestro primer acto de campaña», aseguran, sobre el proyecto presupuestario, que se antoja como el mejor cartel electoral, un programa, que permita aglutinar las prioridades frustradas del Gobierno. El mejor «enganche» para reclamar en las urnas una mayoría suficiente para llegar a materializar todas las tareas pendientes de esta legislatura.
Esta partida está todavía por jugar, fuentes gubernamentales no creen que el veto de Junts a la reducción de la jornada anticipe o sea extensible a una negativa a las cuentas públicas. Aseguran que cada negociación lleva «su carril» y que en esta ocasión el rechazo de los de Carles Puigdemont venía incluso por escrito en su programa electoral. «No condiciona nada. Cada partida tiene su juego», señalan en la sala de máquinas gubernamental, desligando ambas carpetas.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete