Las ministras socialistas huyen a la carrera al ser preguntadas por los etarras de las listas de Bildu
Irene Montero justifica su presencia y la portavoz de la formación heredera de Batasuna asegura que no hará «ningún comentario» sobre sus propias candidaturas
Bildu quiere colocar etarras en 38 instituciones del País Vasco y Navarra
Acotaciones de un oyente | El poli-mitin, por José F. Peláez
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se tapa la mano para hablar por teléfono, durante el pleno parlamentario de este miércoles
A la carrera. Así han reaccionado en los pasillos del Congreso las ministras socialistas del Gobierno al ser preguntadas por la presencia de más de cuarenta terroristas de ETA en las listas de Bildu para las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. Entre ... ellas la portavoz, Isabel Rodríguez, así como la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, la tercera, Teresa Ribera, y las titulares de Justicia y Educación, Pilar Llop y Pilar Alegría, esta última también portavoz de la Ejecutiva del PSOE.
Todo ello después de una sesión de control al Gobierno en el que el presidente Pedro Sánchez ha eludido igualmente la cuestión, tras ser preguntado por la portavoz del Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, quien ha mostrado durante su intervención en el pleno la portada de ABC de este miércoles, con las fotografías de varios de esos terroristas que ahora serán concejales, casi una decena de ellos condenados por asesinatos.
Tampoco ha querido detenerse ante los medios la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Tanto la portavoz Rodríguez como el resto de sus compañeras sí han querido hablar de otras cuestiones de la actualidad, como el acuerdo salarial alcanzado entre la patronal y los sindicatos, o la sequía, un asunto por el que el Consejo de Ministros celebrará una reunión extraordinaria este jueves, justo horas antes del inicio de la campaña electoral.
Pero cuando han llegado las preguntas sobre los candidatos de Bildu, silencios incómodos, pasos acelerados y muecas serias. Todo para no pronunciarse sobre uno de los principales aliados parlamentarios del Ejecutivo, cuyo comportramiento elogió esta misma semana el expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.
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ContinuarTambién ha huido de los informadores en el pasillo del Congreso la propia portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, quien ha asegurado que no iba a hacer «ningún comentario» sobre sus propias candidaturas. Una actitud, la de la portavoz parlamentaria de la formación heredera de Batasuna y la de las ministras del PSOE, que contrasta con quienes sí han contestado con normalidad al que, sin duda, era uno de los asuntos de la actualidad de la jornada.
Irene Montero lo justifica
Entre ellas la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ha justificado la presencia de terroristas en esas listas municipales apelando a la legalidad de las mismas. «Bildu es un partido democrático que elige sus listas por los procedimientos que ellos consideran oportunos» ha asegurado la número dos de Podemos, un argumentario del que no se ha salido cuando uno de los informadores le ha preguntado sobre el hecho de que varios de esos candidatos de Bildu hayan cometido asesinatos de la banda terrorista ETA. «Como le digo, desde el máximo respeto a la legalidad, a la ley electoral y a todos los procedimientos democráticos, cada partido elegimos a nuestros candidatos», ha sentenciado la ministra.
También a la carrera, aunque algo más explícito, se ha mostrado el portavoz del Grupo Socialista y exlehendakari, Patxi López, quien ha dicho lacónicamente, y sin dejar de acelerar el paso ante la nube de cámaras y micrófonos, que «no lo voy a valorar, no me gusta nada». Mucho más que lo manifestado por todas sus correligionarias en el mismo escenario.
Por su parte, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián ha asegurado al ser preguntado por el mismo asunto que «lo que no es opinable es que ETA no existe», mientras que a su juicio «el fascismo sigue existiendo». El dirigente independentista ha señalado que «vemos manifestaciones, vemos posicionamientos, vemos incluso atentados, con el fascismo detrás».
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