Terror en las calles de Vallecas: una turba de más de 200 Bukaneros se enfrenta con palos y bengalas a los ultras polacos del Lech Poznan

En ese punto, alrededor de 350 individuos se enzarzaron en una descomunal reyerta, extendida por espacio de diez minutos, en la que ni siquiera la llegada de la Policía Nacional sirvió para disolver de inmediato a la turba. Acudieron al menos un grupo de la Unidades de Intervención Policial (UIP), los llamados antidisturbios; las de Prevención y Reacción (UPR), y de la comisaría del distrito de Puente de Vallecas. Algunas fuentes precisan a ABC que había una cita entre ambos antagonistas para enfrentarse desde la tarde de ayer, y que la mayoría de los polacos llegaron en bloque al barrio, en Metro, para evitar ser interceptados. Su presencia fue advertida por aficionados rayistas a partir de las 9 de la noche, lo que pudo dar tiempo a los Bukaneros para juntarse en masa y acudir a su encuentro apenas dos horas después.

Los servicios de emergencia recibieron el primer aviso a las 23:52 horas, cuando numerosos vecinos se asomaron a las ventanas alertados por el estruendo registrado en la calle. Un ultra de los Bukaneros, Borja O. B., de 28 años, vecino de Torrejón de Ardoz y que hace años jugó en categorías de equipos regionales de la provincia de Guadalajara, fue detenido. Y un segundo, también del grupo madrileño, resultó herido por un fuerte golpe en la cabeza y otras contusiones. Los facultativos de Samur-Protección Civil lo trasladaron consciente al hospital, sin que su vida corriera peligro. El partido, que tendrá lugar este jueves a las 21 horas, ha sido declarado de alto riesgo, una máxima que se aplica desde hace años a todos los encuentros de fútbol de competiciones europeas.

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No obstante, el dispositivo especial, con refuerzo de efectivos de la Policía Nacional, procedentes de la Unidad de Intervención Policial, la Unidad Especial de Caballería y la Brigada Provincial de Información, se activa el mismo día del partido; circunstancia que los radicales suelen aprovechar para buscar bronca la noche anterior en los alrededores del estadio o el propio centro de la ciudad. Con todo, las fuentes consultadas confirman a ABC que ayer por la tarde ya había seis furgonetas de los llamados antidisturbios en el entorno de la avenida de la Albufera, en previsión de posibles incidentes.

Las mismas fuentes apuntan a que el único arrestado fue sorprendido por uniformados de la comisaría de Puente de Vallecas cuando, junto a tres ultras más, propinaban una paliza con palos y otros objetos contundentes a un individuo tendido en el suelo. Este ataque, entre gritos de «¡te vamos a matar!» y con todos los agresores ocultando su rostro al portar pasamontañas, se produjo en la calle del Teniente Muñoz Díaz, muy cerca de la sonada batalla. Superado el estallido de violencia, los agentes escoltaron a los radicales polacos a las inmediaciones de la Puerta del Sol, donde se aloja el grueso de ellos, y dieron aviso a la comisaría del distrito de Centro.

Cabe recordar que el Rayo Vallecano tiene prohibido vender entradas visitantes en la Liga al no cumplir con los requerimientos de seguridad marcados por la Liga, algo que subsanaría si colocase una valla de separación entre esa parte de la grada y la destinada al público general. Para esta noche se espera la presencia de alrededor de mil seguidores del Lech Poznan, 200 de ellos de los Terror machine. Pero la UEFA no se guía por lo mismos baremos del campeonato doméstico, por lo que todos los participantes en las tres competiciones europeas (Champions, Europa League y Conference) tienen la obligación de ceder el 5 por ciento del aforo a la hinchada foránea.

Horas después de ocurrir la refriega, el sindicato policial Jupol ha enviado una nota en la que critica duramente «la falta de previsión, planificación y responsabilidad» del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín. Según su versión, existía información previa sobre la convocatoria violenta difundida en redes, foros y canales de mensajería, pero no se tomaron medidas preventivas ni se desplegaron las Unidades de Intervención Policial necesarias. El sindicato considera «gravísimo» que los agentes tuvieran que enfrentar una situación de alto riesgo con medios insuficientes y acusa a Martín de priorizar intereses políticos sobre la seguridad ciudadana, exigiendo responsabilidades y una revisión urgente de los protocolos de actuación.