Hospitalización psiquiátrica a domicilio en el Niño Jesús
«El hospital en casa te hace sentir seguro en el momento de máxima vulnerabilidad»
Balance de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica a domicilio para niños
Los casos de enfermedades mentales entre adolescentes se estabilizan en Madrid, tras el pico post pandemia
Madrid
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Iniciar sesiónSilvia Belda aún no se explica cómo, siendo madre y pediatra, no se dio cuenta antes. Lo dice cargando con una cierta culpa, mientras explica cómo su hija Elena cayó en las garras de un trastorno alimentario y fue hospitalizada en su propio domicilio, ... en su propia cama. Tenía sólo 16 años y estaba a miles de kilómetros de distancia cuando todo empezó.
La adolescente se había marchado a Estados Unidos para cursar allí el año académico. La comida allí, ya se sabe, es muy diferente de la dieta mediterránea, y Elena rápidamente engordó. «Tras la Navidad, quiso adelgazar» pero aquello se le fue de las manos. «Dejó de comer». La familia americana que la acogía fue sensible a lo que pasaba y a comienzos de abril avisó a los padres de que la niña se alimentaba mal y estaba perdiendo mucho peso. «Hicimos un zoom con una psicóloga», explica la madre, y se dispararon las alarmas. «Era el puente de mayo, yo tenía dos guardias; mi marido tomó un avión y se fue a por ella, para que no volara sola en ese momento de fragilidad». Al fundirse en un abrazo en Barajas, palpó lo que sus ojos ya habían visto.
Su ingreso en el hospital fue inmediato, y «ella se lo tomaba con humor: me decía 'mamá, qué fuerte, estoy en el manicomio'». Días después, les ofrecieron la posibilidad de entrar en la unidad de hospitalización psiquiátrica a domicilio del Niño Jesús. Y todo cambió. «Yo me disfracé de generala y Elena asumió su papel de obediencia», y con todo el apoyo del equipo médico y de enfermería, pero con el privilegio de estar en su propia casa, comenzó un tratamiento integral.
Así influye el cerebro en los trastornos alimentarios durante la adolescencia
R. IbarraLa maduración cerebral, caracterizada por la reducción del volumen y grosor de la corteza durante la adolescencia, influye en el desarrollo de conductas alimentarias restrictivas o emocionales/descontroladas en la adultez temprana
«Es un equipo tremendamente cohesionado; tú abres las puertas de tu casa» y vas recorriendo «el camino de la sanación» con esos «pequeños cambios de humor, la vida cotidiana, el gato que se enamoró de uno de los sanitarios; es un manejo en el que te sientes muy seguro en una situación de mucha vulnerabilidad».
Tras seis semanas de ingreso domiciliario, y contando con un teléfono 24 horas por si había alguna incidencia, Elena recibió el alta y se ha recuperado. En una carta a sus cuidadores, resumía la experiencia: «Ya no me pesa una manzana más que mi paz mental. Ya no me condeno por lo que no hice. Ahora, el monstruito que vive en mi cabeza es más pequeño y ya no le temo».
Evitan ingresos
En sus cuatro años de vida, la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica a Domicilio del Hospital Niño Jesús ha atendido a 234 pacientes, lo que ha supuesto evitar 9.500 días de ingreso convencional: por cada 50 hospitalizaciones domiciliarias, se evitan 2.000 días de ingresos.
Un 79 por ciento de los ingresos se debieron a trastornos de la conducta alimentaria, y el 21 por ciento restante, a depresivos, psicóticos, trastornos obsesivo-compulsivos, o descompensaciones de niños con trastorno del espectro autista.
La media de edad de los pacientes es de 13 años –el más pequeño tuvo 7 años y el mayor 17–, y están también de media 29 días 'ingresados' en su casa. Las visitas a urgencias desde allí son muy escasas, aseguran.
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