La «declaración de guerra» del grafitero polaco que se coló en el estadio del Rayo
El sujeto, seguidor del Lech Poznan y que firma bajo el nombre de Kawu, ha asaltado otros campos europeos
Una turba de más de 200 Bukaneros ataca con palos y bengalas a los ultras polacos del Lech Poznan
Fue una acción sorpresiva, pero bien preparada de antemano. La noche anterior a la batalla campal entre Bukaneros y los ultras del Lech Poznan, un grafitero polaco logró colarse en el estadio de Vallecas para estampar su firma en la tribuna central y vislumbrar ... desde allí el amanecer. Una «declaración de guerra», en palabras de las fuentes policiales consultadas, que terminó de prender la mecha de un partido marcado en rojo por los radicales de ambos conjuntos.
La incursión, a cargo del artista urbano Kawu, tuvo lugar a través de la pared exterior del club de natación Valle del Kas, aledaño al feudo franjirrojo. El individuo trepó un murete de poca altura en la calle del Arroyo del Olivar y, a través del enrejado exterior de la piscina, caminó 50 metros hasta alcanzar la pared exterior del recinto deportivo. Tras ello, accedió a uno de los vomitorios y comenzó su particular show.
De la bolsa que portaba sacó varios esprays de pintura, azul, negro, blanco y dos tonos de marrones, para dibujar una especie de cabra vestida con los colores del Lech. Antes de marcharse, estampó en la pared una colección de pegatinas y esperó a que salieran los primeros rayos de luz del día. El objetivo de este peculiar horario no era otro que grabar la acción para después exhibirla en sus redes sociales.
Declarado de alto riesgo el Rayo Vallecano - Lech Poznan de mañana.
— GRADA B pro (@GradaBpro) November 5, 2025
Ayer noche, varios aficionados polacos, se colaron en el estadio de Vallecas para hacer este grafiti.pic.twitter.com/snvg2DJkwD
Precisamente, la huella de Kawu en diferentes plataformas como Facebook e Instagram muestran que el asalto al campo vallecano no es el primero que realiza. En el mes de julio, por ejemplo, dibujó en el estadio del Breidablik islandés otro animal caprino, en este caso con casco y escudo de vikingo; y solo un mes antes, hizo lo propio en el estadio nacional de Varsovia, un enorme coliseo de casi 60.000 espectadores que acogió la final de la Eurocopa de 2012 entre España e Italia.
Sus animales han aparecido en estadios de media Europa, sin que hasta la fecha se haya descubierto su identidad. Y no por eludir el riesgo de ser detenido, como prueba una de las piezas que trazó en honor al jugador de su club Mateusz Skrzypczak y que tuvo que dejar incompleta al ser sorprendido por el personal de seguridad del estadio de Silesia. Un homenaje que el propio futbolista agradeció después públicamente.
La popularidad de sus cabras en Polonia es tal, que no son pocos los aficionados que reciben con ilusión el 'bautismo' de sus feudos. Una elección, la de estos animales, que no es baladí: en Poznan son todo un símbolo y cada mediodía, en lo alto del Ayuntamiento, dos cabras mecánicas salen de una trampilla para entrechocar la cornamenta mientras un cornetista interpreta el himno de la ciudad.
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