La competición entre recelos por liderar la oposición a Ayuso: «Ver a Mónica García sentada en ese escaño, que siempre fue nuestro, duele»

PSOE y Más Madrid exhiben estrategias distintas frente al PP en medio de una desconfianza recíproca: «El PSOE tiene que entender que nosotros no somos su enemigo»

Vox se une a Más Madrid y PSOE para criticar el «rodillo» de Ayuso: «Se les ha subido la mayoría absoluta a la cabeza»

El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, junto a la líder de Más Madrid, Mónica García, durante el primer pleno de la legislatura JAIME GARCÍA

«Ver a Mónica García sentada en ese escaño, que siempre fue nuestro, duele. Cuando la miro pienso: madre mía, esto qué es». Hace algo más de dos años que Más Madrid dio el 'sorpasso' al PSOE en la Comunidad, y algunos diputados socialistas ... todavía no se han acostumbrado a ver la que siempre fue su bancada en la Asamblea 'ocupada' por los parlamentarios del otro partido de la izquierda. En las elecciones del pasado 28 de mayo, Más Madrid empató con el PSOE en número de escaños, 27, pero le superó en votos, exactamente 6.335 más, suficiente para que Mónica García volviera a autoproclamarse 'jefa de la oposición' y reclamara de nuevo el mismo espacio en la Asamblea que ya obtuvo tras los comicios del 4 de mayo de 2021, cuando superó al PSOE por primera vez. Es decir, la parte principal de la izquierda de la Cámara, reservada al primer partido de ese espacio político. El PSOE se tuvo que conformar con las filas traseras, en un córner del hemiciclo. Toda una cura de humildad para un partido centenario.

Entre el sillón de Mónica García y el de Juan Lobato habrá una docena de metros, pero la distancia entre ellos parece mucho mayor. En la Asamblea, más allá de todo lo que rodea a Ayuso y su mayoría absoluta, hay otras dinámicas políticas y una de ellas es la de la competencia feroz entre Más Madrid y el PSOE por la bandera de la izquierda. Una lucha que incluye recelos, desconfianzas, desencuentros y, sobre todo, dos estrategias y dos talantes políticos diferentes y, a menudo, irreconciliables.

Después de las elecciones del pasado 28 de mayo, tocó distribuir los escaños de la Asamblea entre los grupos parlamentarios. Esta vez Podemos se había quedado sin representación, así que solo serían cuatro grupos, para 135 sillones. El PP ocupó toda la parte de la derecha de la Cámara y aún tuvo que expandirse por algún sillón más en la otra mitad del hemiciclo. El problema llegó cuando hubo que colocar a los 27 diputados de Más Madrid y a los 27 del PSOE. El portavoz socialista, Juan Lobato, pidió que se dejara una fila vacía entre medias para marcar bien la separación de los dos grupos de la izquierda, según desvelaron desde el PP. Pero la respuesta de la Mesa fue 'no': «Es lo nunca visto, querer levantar una especie de muro en un parlamento». Así, los dos grupos de la izquierda quedaron juntos, pero no revueltos. Entre ellos quedó una especie de frontera invisible.

En el primer pleno del curso político, los dos portavoces, Juan Lobato y Mónica García, fijaron ya la idea de su estrategia política y todos pudieron ver las primeras diferencias. Lobato brindó a Ayuso «cien días de cortesía», algo que García ni de lejos pensaba conceder: «Este grupo no le va a dar cien días. Le aviso de que a mi grupo no le va a faltar ni un gramo de valentía para denunciar la cobardía y los actos dañinos de su Gobierno a los madrileños». Ese fue el saludo inicial de la portavoz de Más Madrid a la presidenta regional. Un poco más allá, Lobato prometía un talante «constructivo», abierto al diálogo con el PP y al apoyo de sus iniciativas «cuando sean buenas para los ciudadanos». Y cuando no lo sean, aclaró, el Gobierno regional tendrá a los socialistas enfrente. Lobato dio la primera muestra de su talante cuando respaldó totalmente a Ayuso en la respuesta y la alerta de la Comunidad ante la DANA.

«El PSOE se equivoca al tender la mano al PP para buscar acuerdos», subrayan en el entorno de Mónica García

«No solo son dos estrategias distintas, son dos maneras muy distintas de entender la política», comentan fuentes próximas a Mónica García. Los dos portavoces de la izquierda aún no han tenido una reunión en el parlamento regional. «Si nos vemos en el pasillo, hablamos», comentan. Nada que ver, como es obvio, con la relación del PSOE y Sumar en el Congreso de los Diputados, ni con el entendimiento de Pedro Sánchez y Yolanda García. En el caso madrileño, no hay conexión entre sus portavoces, ni política ni personal. «La relación es fría y distante», aseguran en el PSOE de Madrid.

«La relación con Ángel Gabilondo era más fluida, teníamos mejor comunicación con él. El PSOE y Más Madrid estábamos más unidos entonces», comentan en el partido de Mónica García. La frase que mejor resume la relación de García y Lobato la ofrecen fuentes parlamentarias de Más Madrid: «El PSOE y Juan Lobato tienen que entender que el enemigo no somos nosotros, que no está a este lado de la Cámara».

Juan Lobato (PSOE)

Mano tendida

El portavoz socialista, procedente de la política municipal, ha prometido una oposición «constructiva» y ha ofrecido una mano tendida al Gobierno de Ayuso para llegar a acuerdos, cuando los vea positivos. Lobato advierte, eso sí, de que hará una «fiscalización contundente» a la tarea del Gobierno regional.

Perfil nacional

Lobato ha dado el salto a la política nacional, al ser designado senador autonómico. Desde esa posición, quiere ganar peso frente a Ayuso, pero también ante Mónica García.

Socialdemocracia

Los socialistas de la Asamblea de Madrid subrayan que el PSOE en esta región está en la «socialdemocracia», nada que ver, dicen, con el «populismo» de Más Madrid. En el entorno de Lobato subrayan que la relación con ese partido es «buena», y con el resto, «correcta».

Ese entendimiento de la política como una actividad de 'amigos' y 'enemigos' choca con Lobato y con muchos diputados socialistas: «Nosotros no vemos al PP como un enemigo, sino como un adversario, con el que se puede hablar, buscar acuerdos y trabajar por el bien de los madrileños», comenta un parlamentario del PSOE.

En Más Madrid, sin embargo, tienen claro que el 'enemigo' existe, y es la derecha, a la que no hay que dar ni agua. Es decir, en su cabeza es inconcebible tender la mano al PP, por no hablar de Vox, o buscar un pacto con los diputados de la derecha de la Cámara.

En Más Madrid no olvidan tampoco que Lobato les metió «bastante caña» durante la campaña electoral del pasado 28 de mayo. Estaba en juego la hegemonía de la izquierda, y el rival del PSOE era más el partido de Mónica García que el PP, al que el 'fenómeno Ayuso' hacía imbatible, como pronosticaban todas las encuestas.

«Más Madrid quiso tumbarnos en las urnas, pero se quedó en un 'sorpassito' y ahora temen irse por el desagüe»

En estos primeros compases de la legislatura, las prioridades de ambos grupos parlamentarios se están definiendo. Lobato se está centrando sobre todo en educación, con propuestas incluidas, como las que planteó en el último Pleno. Entre ellas, la apertura de los colegios de siete a siete para las actividades extraescolares gratuitas. Un punto de encuentro con el Gobierno de Ayuso, según proclamó ufano tras reunirse con la presidenta regional. García, en cambio, prefiere el cuerpo a cuerpo, la batalla campal en sus intervenciones parlamentarias, como el pasado jueves, cuando llamó «hipócrita» a Ayuso por enarbolar ahora la bandera de «España nos roba».

Los diputados socialistas miran a Mónica García y a los suyos con recelo. «Estaba convencida de que podía acabar con el PSOE y llegar a ser presidenta de la Comunidad, y no se da cuenta de que el PSOE es un partido centenario al que no se le tumba así como así», comentan.

Lobato, en el Senado

El objetivo de García sigue siendo afianzarse como jefa de la oposición, de momento, y ser la alternativa más consistente frente a Ayuso. Juan Lobato es un recién llegado a la política regional. Procedente del ámbito municipal, como alcalde de Soto del Real entre 2015 y 2021, su gestión estuvo apoyada por la búsqueda de entendimiento y diálogo constante con el resto de los grupos. Su horizonte está en lo que llama 'Madrid 2027', año en el que se celebrarán las próximas elecciones autonómicas. Ese es el plazo que se ha puesto para consolidar su proyecto y su alternativa, y volver a ser el primer partido de la izquierda de forma clara. Dentro de la 'operación' para impulsar su perfil político, Lobato decidió dar el salto al Senado, para meter la cabeza en política nacional, y poder hablar a un 'animal' político como es Ayuso, con un peso claro en el debate político general, desde una atalaya superior a la que puede tener García.

Mónica García (Más Madrid)

«Sin cortesía»

La portavoz de Más Madrid avisó en el primer pleno de que, por su parte, Ayuso no tendría «los cien días de cortesía», que sí había concedido Juan Lobato. García pasó al ataque frontal, al cuerpo a cuerpo, desde el minuto uno.

El PP es «el enemigo»

«Juan Lobato tiene que entender que nosotros no somos el enemigo», comentan en Más Madrid, donde no entienden que se tienda la mano al PP, partido al que sí ven como 'enemigo' político.

La 'nueva política'

Más Madrid, escisión de Podemos, es otro producto de lo que se llamó nueva política, y que tuvo su origen «en las acampadas del 15-M en la Puerta del Sol», como recuerdan en el PSOE, donde ven a los de Mónica García como una «izquierda populista». En el grupo de García se consideran alternativa real.

Entre los diputados socialistas de la Asamblea creen que en Más Madrid hay «mucha frustración» porque «soñaban», dicen, con noquear al PSOE en las urnas, y al final «solo ha habido un 'sorpassito'». «El PSOE ha aguantado», resaltan. «Hay una tensión natural entre los dos grupos, porque hay una pelea por ser la fuerza preponderante en la izquierda», señalan fuentes del Grupo Socialista.

Algunos en el PSOE se refieren así a Mónica García: «Una señora un tanto peculiar, que brilló en la pandemia pero ahora tiene un tono decadente, parece una ametralladora de tuits. Sus formas cuasi populistas están dejando de aparecer en la política madrileña». «Al final somos dos izquierdas absolutamente distintas. El PSOE de Madrid es la socialdemocracia, y Más Madrid es el populismo», sentencian.

Más Madrid, explican desde el PSOE, «es efecto de esa nueva política que ha hecho agua. Quieren consolidarse, cuando toda la nueva política se va por desagüe, y temen que les pase lo mismo. El PSOE, en cambio, es historia, es centenario, y eso no lo pueden tumbar, aunque sea su aspiración».

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