El triunfalismo de Carmena no cala en la oposición: «No se merece gobernar»

Carmena, que apenas hizo autocríca de gestión, tampoco dio grandes anuncios durante este pleno extraordinario. Eso sí, aprovechó que su intervención era de tiempo ilimitado para hacer énfasis en la puesta en marcha de los presupuestos participativos y en urbanismo , área de la que ha presumido por haberse desbloqueado las operaciones Mahou-Calderón y Bernabéu, ambos paralizados en los tribunales. También confirmó que este mes se aprobará la creación de la oficina municipal contra la corrupción y que el Consistorio construirá este año 770 viviendas sociales y comprará otro millar a bancos y particulares.

La regidora considera que, durante lo que va de legislatura, se ha producido «un gran cambio tras muchos años de gobierno del PP». Precisamente, utilizó la «herencia recibida» como arma arrojadiza para justificarse ante las críticas de Esperanza Aguirre sobre la falta de limpieza de las calles de la capital: «Me parece un error que los gobiernos anteriores se jactaran de haber ahorrado dinero en la limpieza de la ciudad ».

Sin embargo, Aguirre le recordó que el PP fue el más votado en las elecciones municipales del 24-M , mientras que en trece meses, 180.000 madrileños dejaron de votar a Unidos Podemos; la formación que, según la edil popular, Carmena apoyó con el anuncio de la rebaja del IBI pocos días antes de las elecciones . «Esa es la valoración que los ciudadanos han hecho de sus políticas: es un suspenso sin paliativos », subrayó. «Lleva un año diciendo que no es de ningún partido. Para no ser de ningún partido, usted y otros dos concejales han sido sancionados por la Junta Electora l», añadió con ironía.

Por primera vez desde que es alcaldesa, Carmena bajó al «barro» con duros reproches a sus antecesores en el cargo después de que la líder del PP la acusase de destruir puestos de trabajo y tener un modelo de «gobernanza bolivariano». Ya en el turno de réplica, con el gesto torcido, acusó a los ediles del PP de no saber escuchar ni hablar y solo «descalificar». La alcaldesa trató de defenderse, ya en otro tono más áspero, atacando: «Las organizaciones empresariales están contentas, muy contentas con este equipo, y les digo por qué: porque saben que es un equipo limpio, saben que no hay que pagar para conseguir nada». Unas acusaciones que, más tarde, ya al final del pleno, ante los medios de comunicación, Aguirre calificó de «atentados al honor» de los exalcaldes Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella.

Quien también dio por suspensa la gestión de Ahora Madrid fue la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís , que mencionó varias razones por las que el equipo de Carmena «no merece gobernar una ciudad como Madrid» . «Los indicadores económicos reflejan que la ciudad está en una situación crítica», aseguró. « 21.400 empleos y 17.000 millones de euros. Este es el coste de oportunidad de un año de trabajo de Ahora Madrid» , criticó con dureza.

Aunque la exjuez se convirtió en alcaldesa gracias al apoyo de los 9 concejales del PSOE , ayer los socialistas tampoco pudieron obviar que el esperado revulsivo que iban a propiciar con su respaldo a Ahora Madrid tras 24 años del PP no solo no se aprecia, sino que se ha transformado en «frustración». « El cambio para muchos ciudadanos no ha llegado, y el riesgo de que la ilusión se convierta en frustración es cada vez mayor» . Pese a todo, la portavoz del PSOE trató de no hacer sangre y se centró en poner dos pactos de futuro sobre la mesa: uno sobre la ley de capitalidad, para tener un modelo de financiación propio, y otro sobre un plan estratégico para la ciudad.