«Rafita» encadena 4 delitos en 8 meses
Tenía una oferta de trabajo que aún no había aceptado. Hoy podría quedar en libertad tras la decisión del juez. El padre de Sandra Palo cree que «se cachondea de toda España»
Rafael García Fernández, «El Rafita», uno de los cuatro condenados por el asesinato de Sandra Palo, el mismo que revelaba en una entrevista reciente que la reinserción era válida para él, cometió en la madrugada del pasado miércoles, presuntamente, un nuevo delito. Con éste sumaría ... cuatro antecedentes penales como adulto en tan sólo ocho meses e igual número de detenciones mientras cumple un régimen de libertad vigilada que finaliza el 25 de junio.
La afición de este delincuente de 22 años por el robo de vehículos parece no tener límites. Ni tampoco para su hermano Eduardo, de 24, conocido como «Bubu», quien también acompañaba al «Rafita» el miércoles, junto a un tercero, en el intento de robo con fuerza de un BMW. El coche estaba situado en un aparcamiento de la calle Santa Virgilia del distrito de Hortaleza.
Los tres malhechores tenían casi listo el vehículo para arrancar. Habían roto el bombín y Eduardo se encontraba manipulando el cableado afanosamente, pero la Policía Nacional frustró el plan de los García Fernández y el tercero, de identidad desconocida por el momento (la investigación continúa abierta).
Un vehículo de la Policía Nacional patrullaba por la zona. Los agentes se percataron de la fechoría. El ahínco de Eduardo en el puente le impidió huir a tiempo. Reaccionó cuando los policías le habían echado el guante.
Cazado en Metrosur
«El Rafita» y el desconocido salieron a la carrera. Sin embargo, los policías reconocieron a «Pumuki», como también se conoce a Rafael, así que pusieron en marcha una orden de búsqueda y captura para el reincidente. Así lo indicaron desde la Jefatura Superior de la Policía.
A partir de ese momento, «El Rafita» fue trasladado a la comisaría de Hortaleza. Se espera que hoy pase a disposición judicial a primera hora de la mañana en los tribunales de Plaza Castilla, según indicaron desde Jefatura. Su hermano lo hizo ayer en el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid. Se presume que ambos sean puestos en libertad por el tipo de delito del que se les acusa.
Acumulación de causas
La desestructuración de la familia García es incalculable. Ninguno de los seis hijos de Manuela Fernández, todos varones, tiene trabajo. Eduardo García Fernández suma en sus antecedentes penales 24 delitos, cinco de ellos registrados por la Guardia Civil.
Cuando «El Rafita» era menor de edad, 14 años, estuvo implicado en la muerte de Sandra Palo, la joven de Getafe que fue violada por partida triple, atropellada reiteradamente y quemada viva el 17 de mayo de 2003. Este desalmado fue condenado a cuatro años de internamiento en un centro de menores y cuatro de libertad vigilada.
En los últimos ocho meses, Rafael García ha continuado cubriéndose de gloria: ya cuenta en su historial delictivo con dos robos con fuerza, uno en tentativa y queda por determinar cómo considera el juez esta última reclamación policial. Además, incumplió en repetidas ocasiones las vistas de control.
El 24 de agosto del pasado año se fugó después de pedir un permiso por la muerte de un familiar. Desde entonces, hasta la perpetración de su segundo delito en diciembre, se desconocía su paradero.
Ante esta reiterada situación de descontrol, la Comunidad de Madrid e Instituciones Penitenciarias llegaron a un acuerdo el 27 de enero, a través del cual, el órgano dependiente del Ministerio del Interior tomaba la tutela de este «imposible», como lo han calificado varios técnicos de menores en sus informes.
Desde entonces, Prisiones se hace cargo de su control. Según la institución penitenciaria, «Rafita» ha ido a firmar al Centro de Inserción Social Victoria Kent el 1 y el 15 de febrero, lo estipulado. «Las medidas de vigilancia a las que está sometido son las mismas que tenía bajo la tutela de la Comunidad. Pese a ello se había iniciado un programa de intervención con este joven», indicaron portavoces de Prisiones.
Una oferta sin respuesta
Dicho plan, según Instituciones Penitenciarias, le había proporcionado una oferta de trabajo que no pudieron precisar. Por ahora, «El Rafita» no la había aceptado, pero tampoco rechazado. Desde la institución comunicaron que se habían iniciado entrevistas con una psicóloga. El lunes estaba prevista la siguiente. La función de estos encuentros era determinar sus carencias, «para ver qué se podía hacer con él, aunque queda poco tiempo», precisaron.
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