El PSOE vuelve a da carta blanca al PEF de Carmena tras incumplir la regla de gasto en 233 millones

El respaldo sin cortapisas de los nueve ediles del grupo de Purificación Causapié allana el camino a Ahora Madrid . La postura de los socios de gobierno de Manuela Carmena dista de la que mantuvieron el año pasado, cuando optaron por la abstención, lo que propició el rechazo del PEF correspondiente en la comisión del ramo. En aquel momento se vivía un escenario similar, puesto que se había superado el límite marcado por el departamento de Montoro en 17 millones . Para lograr el aval de los socialistas, Ahora Madrid aceptó una enmienda que pedía que instasen al Ministerio de Hacienda la revisión la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.

La actual portavoz socialista en la comisión, Erika Rodríguez, ayer se limitó a matizar que «están a favor de cumplir en tiempo y forma la ley» y defendió el argumento esgrimido Sánchez Mato que asegura que Madrid cumple con el objetivo de estabilidad aunque no lo haga con la regla de gasto. El Consistorio se escuda en que el exceso en la regla de gasto viene condicionado, entre otras cosas, por los 428 millones lo que dejó de percibir de otras administraciones por competencias estatales que asume con recursos propios. El delegado también lo justificó por el gasto no previsto de 101 millones de gastos derivados de la ejecución de sentencias y resoluciones judiciales firmes que, según recalcó, «son consecuencia de la gestión de gobiernos anteriores».

Sin embargo, para el edil de Ciudadanos, Miguel Ángel Redondo, este incumplimiento es «premeditado» y «persigue intereses partidistas». «Este PEF es un brindis al sol . Lo podría haber evitado si no hubiera hecho compras de suelo y edificios por más de 200 millones», criticó el edil en referencia a la compra de la sede de Economía en la calle Alcalá, 45.

Los argumentos de Ahora Madrid tampoco contentaron a Henríquez de Luna (PP), que los consideró «una tomadura de pelo». El edil popular apodó al delegado de ser el «amortizador» y el «recortador» y le acusó de caer en la «insumisión fiscal» . Ante estas críticas, Sánchez Mato se revolvió y retó a PP y Ciudadanos a que presentasen una enmienda a la totalidad y planteasen un texto alternativo. «Digan cómo podrían hacerlo sin recortar», desafió.