Patrimonio cierra el Valle de los Caídos

Desde el lunes, sin embargo, técnicos de Patrimonio Nacional trabajan «in situ» para realizar los estudios técnicos y mediciones volumétricas del conjunto escultórico. Estas labores obligarán a retirar de la figura la malla metálica que la protegía y que evitaba el desprendimiento de algún trozo, como ocurrió en julio de 2008 cuando la Virgen perdió un antebrazo.

Con la idea de evitar futuros accidentes que pudieran resultar fatales -dadas las dimensiones de La Piedad- desde Patrimonio se dieron ayer instrucciones para cerrar el Valle de los Caídos durante los días en que se realicen estos estudios. La decisión, como no podía ser de otra manera, indignó a la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, porque consideran que el cierre se ha producido sin aviso previo y sin tener los permisos oportunos.

Desde Patrimonio, sin embargo, se insiste en que la decisión sólo busca garantizar la seguridad de los técnicos y los visitantes que se acerquen durante estos días al conjunto de la Basílica.

Quince días de desmontaje

¿Durante cuánto tiempo permanecerá cerrada? No se sabe aún. Sólo por la retirada del conjunto se emplearán unos quince días. A pesar de todo, fuentes del organismo público aseguraron ayer a este periódico que el templo permanecerá abierto para todos los oficios religiosos. «La única diferencia es que en lugar de entrar por la puerta principal, habrá que dar toda la vuelta para acceder a través de la abadía por la zona donde se encuentra el coro».

Todos los informes técnicos recabados por Patrimonio Nacional, responsable del conjunto escultórico, aconsejan retirar la figura de Juan de Ávalos para su rehabilitación . Al parecer, después de medio siglo presidiendo la entrada de la basílica y soportando temperaturas que oscilan entre los 50 grados en verano y los 25 bajo cero en invierno, lleva ya un par de años presentando síntomas de preocupante envejecimiento. A esta decisión se opone la Fundación Juan de Ávalos, que considera que la restauración tiene que acometerse «in situ». De lo contrario, advierten, la escultura corre el riesgo de colapsarse.

Oxidado y agrietado

Además, los anclajes, que son de hierro, se han oxidado con el tiempo y han dañado la escultura. Los expertos deben examinar su estructura interna, ya que se han observado fisuras exteriores, pero también podría haber microfisuras internas. Los tratamientos que se han realizado en su momento no han impedido la rotura de fragmentos.

Las dimensiones de La Piedad asustan: 6 metros de alto, 9 de ancho y un peso de entre 120 y 150 toneladas . La escultura, de piedra caliza de Calatorao (Zaragoza) está formada por un total de 151 bloques de piedra de 1.500 kilos de peso cada uno, que se colocan a modo de puzzle tridimensional.