Viaje a la tradición navideña de Madrid a través de sus 60 belenes

Las figuras únicas creadas para el Ayuntamiento por el maestro belenista José Luis Mayo Lebrija destacan por su realismo, su mimo por cada detalle y su acercamiento casi arqueológico a la época de Jesús de Nazaret. En esta ocasión, la Asociación de Belenistas de Madrid propone un diseño escenográfico que los asistentes pueden rodear completamente de modo que, en lugar de la clásica visión frontal, ofrecerá la posibilidad de contemplar las escenas desde todas las perspectivas. Estará expuesto del 28 de noviembre al 5 de enero.

El Ayuntamiento también recupera este año el Misterio que tradicionalmente se instala en la Casa de Cisneros . Del 2 de diciembre al 5 de enero estará situado en la que fue durante más de dos siglos la casa del consistorio, este belén popular hebreo está compuesto, al igual que el de Cibeles, por figuras del maestro Mayo. La antigua sede consistorial acoge un montaje que recrea de forma meticulosa el pesebre y el pueblo de Belén. Plasma fielmente los edificios, la arquitectura y el ambiente popular de Palestina en el siglo I.

La tercera gran obra de la Asociación de Belenistas de Madrid se situará en la Puerta del Sol, 7 y podrá visitarse a partir del 10 de diciembre. El de esta edición será el mayor que ha ocupado el edificio de Sol. Se montará sobre una plataforma de 170 metros cuadrados y tendrá más de 400 tallas. El Misterio lo componen figuras de José Luis Mayo de 50 centímetros, de estilo hebreo. Se completarán con otras imágenes, mezclando la escuela madrileña y la catalana de Olot. En el montaje, que durará aún varios días, se van a utilizar 150 metros cuadrados de musgo, 1.700 kilos de arenas y grava, 7.000 tornillos, 1.700 kilos de corcho y miles de litros de agua, la gran protagonista después del nacimiento.

Las monjas del monasterio situado en la plaza del Conde de Miranda, 1 custodian un belén quiteño del siglo XVII. Estas piezas únicas, realizadas por los artesanos Antonio José Martínez y Juan José Casenave, se exponen cada año en un cuarto enrejado localizado en el bajo coro de la iglesia. Se podrá contemplar desde hoy hasta el 8 de enero, de 8.30 a 13 y de 16.30 a 19 horas.

En el salón de los Alabarderos todos los días, de 10 a 18 horas, podrá visitarse el belén de Palacio, que tiene su origen en el Misterio del Príncipe, iniciado por Carlos IV cuando todavía era Príncipe de Asturias. Figuras napolitanas, genovesas y españolas, hicieron de él uno de los conjuntos más importantes del siglo XVIII. En los belenes napolitanos cada año se concebía un montaje diferente, tradición que se continúa en la actualidad.

Historia, tradición y escuela se reúnen en el belén popular y monumental de la calle de San Justo, 4. Muestra el nacimiento de Jesucristo con figuras a «palillo», también de José Luis Mayo. Diseñado por María Dolores Criado, el recorrido se inicia con la explicación del belén por san Josemaría Escrivá, que presenta la Historia de la Salvación bajo el marco de los siete arcángeles que acompañan al Niño encima del portal. Al fondo, como es habitual, se representa la huida a Egipto. Estará expuesto hasta el 19 de enero.

En la capilla de Fuencarral, 78, desde hoy se exhibe el belén napolitano del siglo XVIII, que a partir de este año pasará a formar parte de la colección permanente. Es uno de los conjuntos escultóricos más valiosos del museo, ejemplo del espíritu cortesano de la cultura barroca. Está compuesto por cincuenta figuras articuladas, donde se mezclan personajes populares italianos -ataviados según la moda dieciochesca- con aristócratas del mundo oriental, donde la tradición popular sitúa a los Reyes Magos.

El belén bíblico de la catedral de La Almudena (calle de Bailén, 10) se expondrá del 25 de diciembre al 12 de enero. Con luz y sonidos informatizados, fue realizado por el equipo de belenistas dirigidos por Félix Castedo y con figuras, de nuevo, del maestro Mayo.

Tras cuatro años, el tradicional nacimiento de la Plaza Mayor regresa. Esta vez, estará situado frente a la Casa de la Panadería, en dos casetas de madera, iguales a las 104 que forman parte del mercadillo que, año tras año, sin faltar uno, acuden a esta familiar cita desde 1944