«¡Muerta, muerta!»: la petición desesperada de ayuda para la mujer asesinada en Collado

Al parecer, la víctima recibió un fuerte porrazo en la cabeza con un objeto contundente: un palo o una barra. La autopsia determinará si fue este golpe el mortal. No había denuncias previas por malos tratos, indicaron fuentes del Instituto Armado .

Los hechos ocurrieron pasadas las doce y media de la madrugada. La pareja había estado bebiendo, como solían hacer, toda la tarde, según explicaron varios testigos en la plaza de la Estación. Horas después, a uno de los bares situados en ese lugar, donde está la parada de Cercanías, se dirigió un hombre a pedir ayuda: « ¡Muerta, muerta! », repetía. Y hablaba en su idioma, nervioso y alterado. «Salvo esas palabras no entendíamos nada de lo que decía. Parecía que aludía a una pelea », explicaron a ABC varios testigos. El establecimiento se encuentra a unos 500 metros, aproximadamente.

El asunto parecía muy grave, por lo que un señor avisó de inmediato a Emergencias 112 a las 00.50 horas. Estos recibieron el aviso alertando de una riña con alguien herido. A la llegada de los sanitarios del Summa la mujer, Ati I,, estaba en parada cardiorrespiratoria. Presentaba un traumatismo craneoencefálico severo, y, aunque estuvieron realizándole las maniobras de reanimación durante media hora, al final, tuvieron que certificar su fallecimiento, indicó un portavoz de ese servicio.

Poco después era detenido el presunto autor por los agentes de la Guardia Civil. Estaba en las inmediaciones. Se trata de Ismel A. Los agentes del puesto de Collado se han hecho cargo de las investigaciones y el cadáver de la fallecida fue trasladado hasta el tanatorio del pueblo.

Al parecer, la agresión se debió producir fuera de la infravivienda y luego el detenido introdujo el cuerpo dentro, ya que tenía signos de que había sido arrastrado.

«Se veía venir. No nos sorprende, la verdad. Yo vi a esa pareja sobre las ocho y media de la noche discutir. No es la primera vez. Ese grupo de rumanos siempre hace lo mismo. Los hombres ponen a las mujeres a pedir, luego cuando les parece les quitan el dinero, se emborrachan y las pegan », decía el responsable de otro establecimiento.

«Es una pena. Otra mujer muerta más. La Policía y la Guardia Civil ha tenido que venir muchas veces porque las maltratan en plena calle. Yo lo he visto y llamé una vez», decía un vecino. Un restaurador estaba indignado por el aumento de los tirones y el tráfico de drogas : «Hace un mes los empresarios nos reunimos con la alcaldesa Mariola Vargas (PP)para abordar el problema de inseguridad que sufrimos y nos dijo que no podía hacer nada. Yo, a algunos, y en concreto, a los indigentes. no les dejo entrar ni a pro tabco». Su lista de agravios no cesaba: «Solo sé que han robado en la iglesia, que desaparecen los maceteros con las plantas de los jardines y que en la Oficina de Atención al Ciudadano ha tenido que reponer hasta seis veces los maceteros», recalcaba.

Con el de Collado son ya dos las víctimas de violencia de género registradas en la región en 48 horas. La madrugada del viernes perdió la vida Marta Arzamendia, de 47. Fue estrangulada por su pareja de la que iba a separarse, Noel, de 43 años. Tenía una orden de alejamiento en vigor porque ella le había denunciado con anterioridad.