La nueva operación Chamartín tendrá el rascacielos más grande de España

Las cifras de la renovada operación Chamartín , en punto muerto desde hace más de 25 años, son las mismas que las pactadas definitivamente el pasado mes de abril, con algunas matizaciones respecto al gran acuerdo de hace poco más de un año. Fundamentalmente, se reduce la edificabilidad en más de un 20 por ciento respecto al plan original, con 2.662.000 metros cuadrados frente a los 3.370.000 iniciales. No obstante, todo está supeditado al mes de alegaciones posterior a su aprobación, que también deberá elevarse a la Comunidad. Fuentes de la operación señalaron que si se hace ahora o después del verano no afecta en exceso porque agosto no cuenta como mes hábil para la tramitación.

Como informó ABC, Nuevo Norte se divide en cuatro ámbitos: la estación de Chamartín, el centro de negocios, el eje Fuencarral-San Roque-Tres Olivos y su homólogo de Fuencarral-Las Tablas. El uso residencial, con más de un millón de metros cuadrados, se asienta principalmente al norte de la M-30, acompañado por actividades económicas comerciales y de servicios terciarios. Así, el desarrollo urbanístico del norte de la capital contará con 10.500 nuevas viviendas, de las cuales 2.100 serán protegidas. Fuentes municipales detallaron que a este 20 por ciento hay que añadir otras 1.900 calificadas como libres , también a disposición del Ayuntamiento.

El acto de presentación será la puesta de largo definitiva del proyecto tras el cambio de Gobierno y la llegada de Ábalos a Fomento. En solo tres años, la operación ha tenido tres nombres (DCN, Puerta Norte y Nuevo Norte), ha escenificado un sinfín de reproches entre las administraciones y ha visto pasar tres ministros (Ana Pastor, Íñigo de la Serna y Ábalos) y dos presidentes regionales (Cristina Cifuentes y Ángel Garrido). Incluso, el Gobierno de Carmena ha pasado a pilotar el plan.

Al margen del uso residencial, Madrid Nuevo Norte cuenta con dos elementos que, conectados, juegan un papel principal: la «city» financiera y la futura estación de Chamartín. El centro de negocios, ubicado al sur de la M-30, ocupará cerca de un millón y medio de metros cuadrados y, junto a las oficinas, albergará áreas deportivas, restaurantes y una parte residencial . Será el escenario de los grandes rascacielos proyectados; uno a la altura de las cuatro torres y otros dos por debajo. Las viviendas, sin embargo, serán similares a los edificios de la zona.

Este ámbito, cercano a las diferentes pestaciones y plataformas de transporte público, destaca desde el inicio como una gran oportunidad para atraer la inversión extranjera y concentrar la oferta de oficinas de la capital en una zona única y compacta.

La reforma de la estación, como ya informó este periódico, vertebrará la operación y figura como el núcleo principal. La intención es que las obras comiencen en Chamartín , que pasará a ser el mayor nodo ferroviario de España y un referente a nivel europeo. Además de mejorar los accesos y modernizarse notablemente –no recibe cambios desde 2003–, se añadirán diez vías a las 21 existentes, con 13 de ellas dedicadas a Cercanías y un total de 18 para Alta Velocidad, el triple de las actuales. Estará conectada con Atocha por el conocido como túnel de la risa.