EL RESPONSABLE DE SEGURIDAD DEL MADRID ARENA

«Hemos habilitado el parking para que hagan botellón; cobramos 10 euros»

Así consta en la comparecencia de los dos agentes de la Brigada Provicial de Seguridad Ciudadana que fueron comisionados para recoger la documentación de la fiesta del Madrid Arena

«Hemos habilitado el parking para que hagan botellón; cobramos 10 euros»

CARLOS HIDALGO

El responsable de Seguriber, la empresa de seguridad del Madrid Arena, que se encontraba en el recinto justo antes de la apertura de la fiesta de Halloween confesó a dos policías nacionales: «Hemos habilitado ese parking como zona de botellón. Cobramos 10 euros ... por vehículo. Cuando terminen el botellón, sobre las 2 o las 3 de la madrugada, y el artista principal actúe, [los jóvenes] accederán a la pista». La afluencia era «masiva».

Así consta en la comparecencia de los dos agentes de la Brigada Provicial de Seguridad Ciudadana que fueron comisionados para recoger la documentación requerida para estos eventos, antes de que arrancara.

La Delegación del Gobierno en Madrid matizó ayer al Ayuntamiento que la ley no ordena que el Cuerpo Nacional de Policía inspeccione las medidas de seguridad antes del evento, sino que esa responsabilidad corresponde al Consistorio.

En la minuta policial, a la que ha tenido acceso este periódico, se detalla cómo los dos agentes llegaron al Madrid Arena a las 21.30 del 31 de octubre, hora y media antes del inicio de la «Thriller Music Park». Se entrevistaron con el responsable de Seguriber , quien les entregó la documentación pertinente en estos casos (certificados de instalación de estructuras, ignífugos, electricidad, servicios sanitarios...). Por «celo profesional», los agentes constataron que no estaban allí los responsables de Protección Civil. Cuando preguntaron la causa, en Seguriber les contestaron: «A este tipo de eventos no se presentan nunca».

Los policías constataron que en la pista los extintores no estaban en su lugar y que la vía de acceso de bomberos estaba bloqueada con vallas de seguridad. Instaron a los encargados de seguridad a arreglar esos asuntos.

Cuando les contaron que habían vendido 10.000 entradas , les reprocharon que en su escrito oficial reflejaban que iban a ir 7.000 personas. Los agentes no estaban obligados a realizar esas comprobaciones (sólo a recoger la documentación), pero actuaron así «por exceso de celo policial» , explican en la minuta.

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