Gabilondo no descarta la moción de censura en plena crisis PP-Cs

Gabilondo dijo también que «no es momento de remover gobiernos», pese a lo cual, en entrevista en Onda Cero, no descartó pasar a la acción: «Eso no quiere decir que nosotros no tengamos siempre en consideración de nuestras responsabilidades esa posibilidad. Y, desde luego, como creemos que el Gobierno de la Comunidad de Madrid no está haciendo bien su labor y que la gestión tampoco es buena, si esto prosiguiera en esa dirección nosotros no excluimos esa posibilidad».

En todo caso, aclaró que «no hemos hablado explícitamente con Ciudadanos de esa posibilidad ni de hacer una moción en modo alguno, pero estamos abiertos aunque tenemos otras prioridades».

Precisamente este jueves, en el pleno de la Asamblea de Madrid, el vicepresidente regional Ignacio Aguado había lanzado un llamamiento al resto de fuerzas políticas para unirse en la reconstrucción de la Comunidad tras la crisis. La idea del pacto de reconstrucción lleva varias semanas rondando la Asamblea de Madrid, desde que la planteara Gabilondo a finales de abril.

Sobre este asunto, la presidenta Díaz Ayuso ha rechazado en varias ocasiones la llamada a un gran pacto del propio Gabilondo: «Yo no pacto con el desastre», dijo, en referencia a las a su juicio erróneas políticas del PSOE en el Gobierno de la nación. Ayer, tras conocer los planes del político socialista, en el entorno de la presidenta evitaron pronunciarse.

Ángel Gabilondo ganó las elecciones autonómicas de 2019, de las que esta semana se ha cumplido un año. Cuenta con 37 escaños, frente a los 30 de PP, 26 de Cs, 20 de Más Madrid, 12 de Vox y 7 de Unidas Podemos. Para que una moción de censura presentada por su grupo saliera adelante, necesitaría los 67 votos que suman la mayoría absoluta.

Con los votos de los partidos de izquierda unidos, sólo llegaría a 64 escaños, por lo que una moción de censura necesitaría los apoyos de Vox o de Ciudadanos para salir adelante.

El amago de Gabilondo llega en un momento de alta tensión política entre PP y Cs, cuando los continuados roces que han ido erosionando la relación de los dos socios -gobiernan juntos desde agosto de 2019- se había profundizado aún más por el asunto del apartahotel y el contrato falso que se publicó y filtró a un medio y por el que se quería vincular su estancia en el establecimiento con los intereses del dueño del hotel. La presidenta consideró grave este hecho y ha abierto una investigación interna sobre lo ocurrido, mientras desde el PP se apuntaba a Cs como la «mano negra» tras la maniobra, algo que ellos negaban tajantemente.