Drogas y prostitución en el Pico del Pañuelo

Durante años fueron las viviendas de los trabajadores del antiguo Matadero de Legazpi. Tras su desaparición los pisos han sido alquilados en su mayoría a inmigrantes que, según Nudo Sur, han creado un «gueto parecido al Bronx». Peleas, problemas de drogas y prostitución son las constantes que en 2009 llevaron a los vecinos de la zona a presentar una oleada de denuncias que acabo con una operación policial antidroga en la zona.

Tres años después, Nita García , portavoz de Nudo Sur, denuncia que la situación lejos de mejorar ha empeorado. Explica que existen varios negocios que actúan como tapadera de locales clandestinos de distribución y venta de drogas. «Hay bares con aforo para 12 personas en los que no se vende ni un sólo refresco, sin embargo de madrugada hay cola para recoger sustancias. Eso lo hemos denunciado y los han cerrado. Pero a los cuatro meses los han vuelto a abrir», comenta Nita.

El pasado 15 de febrero, Nita y un grupo de vecinos afectados se reunieron con la concejala de Arganzuela en el Ayuntamiento, Carmen Rodríguez Flores , para trasmitirle la situación que atraviesa la zona desde hace años. «Estamos esperanzados con que nos haya recibido. Le hemos pedido que cierre las zonas comunes de las pequeñas plazas que hay en el interior, como la Glorieta de San Víctor. Hay un parquecito para niños en los que se esconde la droga. Ningún padre lleva ya a sus hijos ahí. Es un foco de infección », dicen desde Nudo Sur.

Además, en la zona se pueden identificar los puntos de venta de droga. Según Nita, existe un lenguaje que consiste en que los vendedores cuelgan zapatos de los cables de la luz para indicar que ahí se venden sustancias. En función del número de pares de zapatos se distribuye un tipo de droga u otro. «Un par significa que venden porros o costo, dos que venden éxtasis o pastillas y tres drogas duras tipo coca o heroína », cuenta a ABC Nita.

Ahora esperan que el Ayuntamiento actúe de forma contundente ya que temen que «el verano se eche encima y con el buen tiempo se multipliquen los problemas de la zona». «No es una zona de tránsito, apenas hay vigilancia policial , y salvo que vivas dentro de ella nadie se atreve a pasar a determinadas horas. Los vecinos están desesperados y muchos se han planteado irse del Pico del Pañuelo», concluye Nita García.