Cumbre de la OTAN en Madrid: antisistema y anarquistas preparan ya su boicot

Grupos de izquierda radical han organizado al menos media docena de asambleas en casas okupa para planear acciones que divulgan en redes sociales

EL CSOA Atalaya, con orden de desalojo, está en Puente de Vallecas, por donde más se mueven estos grupos radicales de izquierda De San Bernardo / Vídeo: Robles ultima en Washington los preparativos para la cumbre de la OTAN - ATLAS

Los grupos de la izquierda más radical de Madrid, así como los anarquistas , se encuentran preparando desde hace semanas acciones contra la celebración en la capital, a finales de junio, de la Cumbre de la OTAN , en Ifema. Está prevista la ... participación de 49 delegaciones internacionales en un marco agravado por la situación de guerra y ocupación de Ucrania por parte de Rusia .

Los movimientos antisistema españoles no lo esconden: en sus redes sociales convocan a sus correligionarios a participar en asambleas preparatorias de lo que denominan su ‘cumbre anti-OTAN’ en casas okupa como Atalaya y el CSOA La Ferroviaria. Es más, para mañana ya se está preparando la segunda asamblea en este último centro. Así lo han confirmado a ABC miembros de estas organizaciones.

Por ahora, no hay constancia de que estas facciones se encuentren organizando acciones violentas , aunque durante los días previos y los propios 29 y 30 de junio, fechas escogidas para la cumbre, Madrid será una ciudad tomada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ; por lo tanto, muy complicado van a tener poder ni siquiera acercarse a las zonas de reunión y hospedaje de los mandatarios citados en el evento.

Movimiento Antirrepresivo

El grupo más activo en redes sociales a este respecto es el Movimiento Antirrepresivo de Madrid (MAR), que desde hace cuatro años viene cobrando fuerza a raíz de los procesos judiciales abiertos contra el rapero fugado Valtònyc y el encarcelado P ablo Hasel . En anteriores convocatorias han conseguido reunir a unas 900 personas, por ejemplo en la Puerta del Sol ; aunque realmente su núcleo duro activo lo conforman unos 40 individuos que, entre otras cosas, no tienen empacho en manifestar públicamente su apoyo a presos etarras.

Otras facciones de la extrema izquierda que se pretenden movilizar son los Bukaneros (el grupo de hinchas violentos del Rayo Vallecano y que probablemente sea el más activo en la actualidad en Madrid), que ha sumado recientemente a sus filas a los miembros más peligrosos del ya extinto Distrito 14 , el grupo ultra que se movía por Moratalaz. De hecho, los Bukaneros se están moviendo para impedir el cierre de Atalaya , ubicado en Puente de Vallecas, edificio okupa sobre el que pesa una orden de desalojo.

Hay más miembros de la izquierda radical, como la Coordinadora 25S (promotora de los distintos Rodea el Congreso), la Coordinadora Antifascista , su brazo político (Izquierda Castellana y sus juventudes, Yesca) y otros grupúsculos de menor entidad participando en las siete reuniones preparatorias que ya se han producido . También se espera la acción de los anarcoinsurreccionalistas, que van por libre y que sí que suelen utilizar la violencia en sus ‘acciones’.

Enorme dispositivo policial

El dispositivo lo lidera la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, que cuenta con el apoyo de la Jefatura Superior de Madrid, la Policía Municipal e incluso, en labores de vigilancia y control de masas, a grupos que habitualmente se dedican principalmente a labores de investigación .

La consigna del Movimiento Antirrepresivo es clara: organizar la respuesta ante «la cumbre del crimen» . Sin una jerarquía clara entre la amalgama de grupos llamados a filas, las redes sociales se han convertido en el principal altavoz para aglutinar al mayor número de personas posible. «No vamos a sentarnos a contemplar cómo planean sus próximas masacres delante de nosotros», claman desde la cuenta de Instagram del mismo colectivo que prendió la calle con la excusa del encarcelamiento del rapero Pablo Hasel , en febrero de 2021.

Aquel día, la manifestación en la Puerta del Sol comenzó a las siete de la tarde y, en apenas una hora, estalló el primer encontronazo. Los radicales, conscientes de que todo transcurría de manera pacífica , trataron de romper uno de los filtros de acceso empujando a los efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) desplegados. Con la primera carga servida, la lluvia de adoquines y botellas no se hizo esperar. También los contenedores quemados y buena parte de los escaparates , que se abrían a su paso, reventados. Durante casi dos horas, los agentes ‘antidisturbios’ se vieron obligados a emplearse a fondo para restaurar el orden y dispersar a la masa.

No sorprende, por tanto, que rechacen cualquier tipo de autoridad , incluida la comunicación de concentraciones de protesta a la Delegación de Gobierno, y repartan entre sus fieles un manual de instrucciones propio de cualquier guerrilla urbana : la cabeza y otros rasgos físicos característicos tapados, vestimenta cómoda y negra, el nombre y teléfono de los abogados escrito en el brazo y la premisa de mantener la línea en caso de enfrentamientos con la Policía.

Precisamente, los vándalos justifican sus actos con el mensaje de que la única violencia ejercida es la que promueven los agentes ; una idea torticera pero con un fuerte componente de adhesión dirigido a las nuevas generaciones.

La falta de filiación de los más jóvenes es otro de los riesgos más reseñables que maneja el Cuerpo Nacional. Al igual que con las bandas juveniles , la pandemia ha provocado que buena parte de estos adolescentes hayan estado adiestrándose en internet, en una época marcada por la inacción callejera debido a las restricciones sanitarias.

Más jóvenes, más peligrosos

Así, los expertos en estos grupos se han encontrado con chicos de 14 y 15 años que hasta ahora no habían participado en ninguna refriega y no están registrados en ninguna de sus bases policiales. Ello, sin embargo, incrementa el peligro de nuevas acciones por parte de ‘elementos desconocidos’ que pueden actuar de manera más imprevisible.

El marco político, con Podemos como punta de lanza de un movimiento anti-OTAN, también resulta fundamental para entender el actual escenario, donde la formación morada promueve la lucha en la calle pero desmarcándose de los movimientos violentos . Por ello, trata de contener al grueso de activistas de izquierda a fin de que estos consideren a sus dirigentes juez y parte.

Al día siguiente de los sonados incidentes en el centro de Madrid por la ‘libertad de Pablo Hasel’, un portavoz del Movimiento Antirrepresivo ya advertía a este diario de la «hipocresía» del partido que entonces lideraba Pablo Iglesias : «Están en el Gobierno, en el mismo Gobierno que ordenó ayer que nos apalearan».

Todo esto, en cuanto al contexto madrileño más radical. Porque otro punto que tener en cuenta es la posible llegada de grupos extranjeros que se suelen trasladar a las cumbres de este tipo: sobre todo, anarquistas y antisistema de Alemania, Italia y Grecia. En lo referente a Latinoamérica, es común la presencia de las ‘barras bravas’ del fútbol argentino.

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