El Comité Olímpico Español también quiere que siga el remo en el Manzanares

La capital abrió su primer canal de remo «urbano» en septiembre de 2012. Se eligió para ello el tramo del río en que éste tiene más distancia entre presas: 1.300 metros . Los aficionados a esta disciplina alabaron la medida e incluso su más famoso deportista, el medallista olímpico Saúl Craviotto , asistió a su puesta en marcha y alabó el «lujo» de poder contar un canal donde entrenar «a 100 metros de la boca del Metro», en pleno centro de la ciudad.

Pero la alegría duró poco: la nueva Corporación Municipal decidió nada más llegar a la Alcaldía poner en marcha el proyecto de renaturalización del río. En julio de 2016 se detectaron problemas en una de las compuertas de la presa y se iniciaron unas obras que obligaron a suspender la actividad, aunque con el compromiso –aprobado en pleno municipal– de compatibilizar ambos proyectos, el remo y la mejora del hábitat del río.

Los trabajos finalizaron a comienzos de julio y entonces se cerró la presa y se embalsó agua , con lo que los remeros pudieron volver a entrenar allí. Pero les ha durado poco la alegría: el Ayuntamiento ya les ha comunicado que hoy martes abre la presa 9 de nuevo, para «mantener la renaturalización en el Manzanares», lo que les obliga, de nuevo, a entrenar «en seco» –en el gimnasio–, como han estado haciendo los últimos dos años.

El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, ha remitido una carta a la presidenta de la Federación Española de Remo, Asunción Loriente, en la que le expresa su apoyo «en la defensa que está haciendo para que no desaparezca el remo de la ciudad de Madrid».

Recuerda que la Escuela municipal «Remo Madrid Río» es «casi la última presencia en la capital del Estado de este deporte». Y lanza un mensaje a los ecologistas, al recordar qu e la Federación Internacional de Remo (FISA) -de la que forma parte la española- tiene desde 2011 «una Alianza Estratégica con WWF», tal vez la organización de conservación de la naturaleza «más grande y respetada del mundo».

Porque, como insiste Blanco, «administraciones y federaciones defensores del deporte y de la naturaleza tienen que ser capaces de entender que no defienden causas opuestas». Por eso, concluye, «tienen que conseguir hacer posible la práctica del remo en la ciudad de Madrid y la defensa del Medio Ambiente , como dos caras de la misma moneda».

Por último, lamenta que «pueda hacerse morir, después de tantas décadas y del esfuerzo de tantas generaciones , la práctica de este deporte olímpico en la capital de España», y avisa: «El deporte español no es comprensible sin el remo en esta ciudad». Un remo que hoy, si nadie lo remedia, desaparece.