29-M
Una mañana de huelga por imposición
Los piquetes sindicales y, sobre todo, del 15-M han obligado por la fuerza a cerrar numerosos comercios del centro con agresividad
tatiana g. rivas
Los piquetes y manifestantes sindicales de CC.OO. y UGT junto a los del 15-M y otras formaciones minoritarias han tomado desde las 9.30 de la mañana la zona centro . La puerta del ... Sol, Callao, Montera, Alcalá y Cibeles han sido sitiadas por aquellos que, sin respetar el derecho a no seguir la huelga , han obligado con coacción a cerrar numerosos establecimientos que no secundaban el paro.
Unos 200 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional y decenas de efectivos de Policía Municipal han velado en todo momento por mantener el orden en estas zonas calientes. Pese a todo, se ha producido alguna carga ante comportamientos incívicos. Por el momento hay 37 detenidos : 27 en la capital y diez en el resto de localidades, informan desde Delegación del Gobierno.
Patadas a los cierres
Las consignas de “lo llaman democracia y no lo es” se han sucedido con la bajada forzada de cierres de los comercios abiertos por parte de los piquetes. Al que se resistía le proferían insultos y alguna que otra patada sobre las verjas .
Se ha producido alguna confrontación entre empleados, arropados en todo momento por agentes de la UIP, y manifestantes . “No entiendo que no respeten que queramos trabajar”, sostenía una empleada de una zapatería algo nerviosa mientras se escuchaba de fondo: “Pija, hoy no se vende. ¡Cierra ya!”.
Un vendedor de la ONCE, coaccionado
Incluso algunos huelguistas la han tomado con el vendedor de cupones de la ONCE que se ubica en la calle Barquillo con Augusto Figueroa. A las nueve de la mañana, han rodeado el puesto y han impuesto al discapacitado dejar de trabajar. El Samur ha tenido que atender al mismo tras sufrir una crisis de ansiedad por la presión de los manifestantes .
La zona más conflictiva ha sido Montera y Sol . Los de “que no nos representan” han proferido durante largos periodos de tiempo improperios contra los empleados de las grandes cadenas que permanecían abiertos. De nada servía, así que la presión se ha hecho más intensa en el pequeño comercio, donde muchos han terminado por ceder.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete