Cerca de 30.500 jóvenes han pedido cita para los test de antígenos en Madrid, solo un 3,5% del censo

La abstención, aunque prevista, es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la Comunidad con estos operativos. La respuesta de los jóvenes es el último ejemplo, pero también lo evidencian las cifras de los antígenos masivos en los municipios y distritos de la capital más afectados por la pandemia. Así, de los 2.161.403 madrileños convocados para los test en los últimos meses, solo acudieron 635.921, lo que supone una participación por debajo del 30 por ciento. En el caso de los menores de 29 años, no obstante, no ha habido una convocatoria como tal, sino que son ellos mismos quienes tramitan la cita.

El plan se puso en marcha el pasado día 20 y al cierre de esta edición no se contabilizaban más de 30.500 pruebas programadas. La aceptación en los puntos habilitados ha sido dispar. El campus de la Universidad Rey Juan Carlos en Fuenlabrada encabeza esta particular clasificación , con 1.717 test. Le siguen el de la misma institución en Móstoles, con 1.614, la Politécnica de Vallecas, con 708, y la Carlos III de Getafe y Alcalá, con 636 y 456 pruebas, respectivamente, según los datos de la Consejería de Sanidad. Ayer comenzaron en la Complutense y la Autónoma, con tres semanas por delante.

Como ha informado ABC, los motivos de esta escasa participación son variados, pero los expertos coinciden en factores como el desapego y el cansancio por las medidas contra el Covid-19, el descrédito de los políticos por su gestión entre los ciudadanos o los trastornos que supondría un positivo, con el consiguiente confinamiento individual y la obligación de no ir a trabajar o evitar las relaciones personales. Pese a todo, la Comunidad de Madrid mantiene la realización de test como uno de los pilares de su estrategia para frenar los contagios y destaca su papel capital para cortar las cadenas de transmisión.

De hecho, la consejería anunció la semana pasada que las farmacias y clínicas dentales de la región harán lo propio a partir del 1 de febrero, justo en uno de los momentos más críticos de la tercera ola, en pleno auge de contagios y con las UCI a la mitad de su capacidad. En ese sentido, el área que dirige Enrique Ruiz Escudero (PP) informó ayer de que han comenzado a hacer test de antígenos a mil docentes y trabajadores vulnerables, pertenecientes a los centros de la zona este, que abarca a más de medio centenar de municipios. Se desarrollarán de forma bimensual en cuatro periodos a lo largo del curso. Se estima que beneficiará a cerca de 4.000 personas.

Desde este lunes están prohibidas las reuniones en domicilios entre no convivientes –excepto parejas y personas que viven solas– y se adelanta el toque de queda a las 22 horas. Igualmente, la hostelería y el resto de comercios no esenciales deben cerrar a las 21 horas y no puede haber grupos de más de cuatro comensales en ningún caso.

Estas medidas apuntan directamente a las miles de fiestas ilegales en locales y viviendas durante el actual estado de alarma, mayoritariamente por parte de grupos de estas edades. Además de las casi 5.000 intervenciones de la Policía Municipal en celebraciones irregulares solo en la capital, la polémica se avivó los últimos días tras la circulación en redes sociales de un vídeo en un evento en la discoteca Teatro Barceló, donde una multitud de jóvenes bailaba desinhibida, sin mascarillas y sin guardar la distancia de seguridad. El caso está bajo investigación, tras solicitarlo la Dirección General de Salud Pública regional.