Carmena comenzará a multar por superar los 70 km/h en la M-30 y accesos

Según denunció el pasado 13 de noviembre el bufete de asesoría jurídica Dvuelta, especializado en sanciones a conductores, el Ayuntamiento de Madrid contravino el artículo 88 de la ordenanza de Movilidad al no hacer público en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) la limitación de velocidad. La normativa detalla: «Cuando existan razones que aconsejen reservar total o parcialmente una vía pública como zona peatonal, la Junta de Gobierno o el órgano en que delegue, podrá prohibir o limitar la circulación y el estacionamiento de vehículos, previa la señalización oportuna y la publicación del correspondiente anuncio en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid».

Los pasados 12 y 13 de noviembre se interpusieron 2.682 multas; 2.517 sanciones se correspondieron con aparcamientos prohibidos en zona de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) y 165, con haber superado los 70 kilómetros por hora máximos estipulados en M-30 y todos sus accesos. Los dos días habrían supuesto para las arcas municipales 242.000 euros , una cantidad muy inferior a la recaudada un día normal, según especificó el Área de Medio Ambiente entonces.

Ayer se limitó la velocidad de 90 a 70 kilómetros por hora en la Calle 30 y sus entradas. Hoy se mantiene dicha prohibición al saltar ayer el nivel de preaviso a la medianoche que hacía mantener el escenario 1 (un día de aviso más uno de preaviso –dos estaciones de la misma zona superando los 200 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno NO2–. Al cierre de esta edición seis estaciones rebasaban el límite , entre ellas dos de una misma zona, la 5: la de Fernández Ladreda y Villaverde.

El Ayuntamiento trató de ser previsor y confió «al 99,99%», como indicó en una nota de prensa, en que se activaría el escenario 2 , que impedía el aparcamiento en toda la zona de estacionamiento regulado de la almendra central, dadas las previsiones meteorológicas. La delegada del ramo, Sabanés, dio una rueda de prensa a las seis de la tarde en Cibeles para informar a los conductores de la «alta, altísima probabilidad» de que se activara el siguiente escenario.

Si algo tiene el protocolo que dejó aprobado Ana Botella cuando hay alta contaminación, es que los ciudadanos pueden irse a la cama sin saber si al día siguiente serán multados por exceder la velocidad; si podrán o no aparcar en el centro, o si se les permitirá siquiera entrar con su coche en el interior de la ciudad. Ni pegados a la pantalla que ofrece los datos por hora de la calidad del aire de la ciudad (en www.madrid.es) pueden ser previsores. Los datos se miden hasta las cuatro de la madrugada. Por esta razón, Manuela Carmena anunció ayer que tratarán de aprobar cuanto antes su protocolo que, además de ser más exigente, contempla una previsión mayor y más altruista para avisar a la ciudadanía de que los niveles de polución son altos y actuar antes de rebasar los límites.