Cacerolada policial contra Carmena por el «convenio de trileros» que quiere imponer por referéndum
Más de 600 agentes denuncian que no supone ninguna mejora y que la firma se ha hecho a espaldas del 60% de la plantilla
Ensordecedor. Ese ha sido el sonido que se ha podido escuchar de 11 a 13 horas en el exterior de la sede de Jefatura de la Policía Municipal, situada en la Casa de Campo y en las inmediaciones. La causa ha sido la cacerolada, los petardos y los pitidos con los que más de 600 de agentes han querido expresar su malestar por el preacuerdo del convenio colectivo firmado la semana pasada, inopinadamente, entre la concejalía de Seguridad que dirige Javier Barbero y CC.OO., UGT y UPM, sindicatos minoritarios.
La protesta de hoy estaba convocada por las cinco centrales sindicales que integran la mesa sectorial, incluidas CPPM y CSIT-UP, pero la aceptación de las condiciones ofrecidas por la Corporación les ha dejado fuera de concentración. El ambiente entre los funcionarios está muy caldeado. «Esto es una guerra abierta» , dicen sin ambajes. «Lo que han hecho unos y otros ha sido un juego de trileros al negociar fuera de la mesa, a espaldas de los representantes mayoritarios del Cuerpo», coinciden Luis, Patricia, Francisco y Carlos, indignados.
Ante una pancarta que reza: «Por un convenio digo», Marino Perales , portavoz de CPPM, explica, megáfono en mano, que el preacuerdo es una «porquería» y todos los sindicatos coincidían en ello. No recogía sus reivindicaciones. Por ello, se levantaron de la mesa. Sin embargo, poco después, «lo que era malo fue bueno para los que se plegaron al chantaje del área de Seguridad -en alusión a CC.OO., UGT y UPM- que quería forzar el asunto para que lo firmaran antes de las 14 horas. No podíamos admitirlo», ha indicado.
«La administración quería zanjar el conflicto antes del Patrón que se celebra el próximo domingo, pero no podemos aceptar sus formas, ni dar por válido algo que no perjudica y, encima, sin consultarlo con los agentes», ha recalcado Perales. « Somos el patito feo , no es una cuestión económica y el problema lo tiene la administración que nos considera sus enemigos. Deben hacer un acuerdo digno como han hecho con Bomberos y Samur», concluye.
«Queremos medidas decentes, que mejoren nuestros problemas y en lugar de ello, empeoramos, pues ni convocan concurso e traslados ni más plazas y la subida de 400 euros al año que dicen no es tal: quitan un complemento que ya tenemos para introducirlo en otro lado ; supone 33 euros al mes», agrega Alberto Cid , representante de CPPM. Discrepa de las formas del Ayuntamiento y del contenido de las propuestas que ha ofrecido.
Decretazo
Entre gritos de «Barbero dimisión», «Manos arriba esto es un atraco» y con el atronador sonido de protesta de fondo, el responsable de CSIT-UP, se ha dirigido a los asistentes que se agolpaban en las escaleras de acceso a la Jefatura. «El preacueerdo sigue sin dejarnos conciliar la vida familiar , ya que sigue suspendiendo libranzas, no incentiva la labor de los agentes que están en la calle, y en cuanto a la subida salarial, cobramos lo mismo a costa de hacer cursos y horas», ha aseverado. «Es un juego de trileros», ha calificado esta manera de proceder.
En cuanto a la celebración del referéndum con el que amenazó la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena , para aprobar el convenio, todos lo tachan de «paripé y excusa para aprobarlo por decreto». «Solicitamos garantías si se celebra on-line. No es la forma de hacer las cosas; debe haber observadores», ha dicho Horcajo. Por su parte, Cid ha insistido en que si el preacuerdo es tan bueno no se habría llegado a este punto, y la votación, a la que están llamados los 6.100 funcionarios, «se realizaría con luz y taquígrafos. Recurren al referéndum para aplicarlo sí o sí. Es su excusa para imponerlo por decreto».
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