Un belén napolitano, la joya de la Navidad madrileña

Un belén napolitano tiene, en esencia, los mismos personajes que uno tradicional. La diferencia está en la ambientación: ni el paisaje, ni las casas, ni mucho menos las ropas, se corresponden con el primer siglo de nuestra era en Palestina, sino que son los propios del siglo XVIII en Italia.

Las figuras, con esqueleto de alambre y articuladas, presentan una riqueza decorativa y un grado de detallismo que las convierte en auténticas joyas: los tejidos, los colores, los adornos de las damas, las armas de los caballeros, la utillería de los comercios, y hasta los edificios se han realizado buscando el máximo detalle. De hecho, son piezas muy valiosas que respaldan enormes seguros.

Carmelo y sus hermanos han comprado las piezas una por una, en su mayor parte a coleccionistas privados . En el montaje les ayuda Isidro Brunete , que lleva años colaborando con ellos. Y el diseño museográfico para CentroCentro lo realiza J esús Moreno, que ha montado belenes en el Monasterio de las Descalzas y el Palacio Real.

El belén estará expuesto y abierto al público, de forma gratuita, del 1 de diciembre al 3 de febrero. Después será subastado por la firma Ansorena, la misma que va a correr con los gastos del montaje, en colaboración con la editora Lunwerg, que además ofrecerá durante la exposición el libro-catálogo del belén.

Y para los nostálgicos, un aviso: el tradicional Misterio que José Luis Mayo instalaba desde hace años en el Ayuntamiento madrileño podrá verse este año en la Casa del Reloj, en Arganzuela. «Es fantástico, pero los madrileños veían siempre el mismo; y hay otros muchos por descubrir», aseguró el delegado de Las Artes, Fernando Villalonga. Este de los hermanos García de Castro deslumbrará a los madrileños.