Almeida reactiva las mediciones acústicas para blindar Ponzano contra el ruido

En concreto, se han instalado 16 terminales en distintas ubicaciones de los ejes más conflictivos. Estos dispositivos medirán el nivel de decibelios que se registra durante las 24 horas del día durante tres y cuatro semanas. «Transcurrido este tiempo, se cambiará la ubicación hasta completar todos los puntos de medición necesarios para la caracterización acústica del entorno», indican desde la concejalía que dirige el edil Borja Carabante (PP).

Zona de mediciones

contra el ruido

C/ Raimundo Fernández Villaverde

C/ Eloy Gonzalo

C/ Santa Engracia

Plaza de

Olavide

C/ Sagasta

Fuente Ayuntamiento/ ABC

Zona de mediciones

contra el ruido

C/ Raimundo Fernández Villaverde

C/ Eloy Gonzalo

C/ Santa Engracia

Plaza de

Olavide

C/ Sagasta

Fuente Ayuntamiento/ ABC

Los sensores acústicos se han instalado en el perímetro delimitado por las calles de Alenza, Bravo Murillo, Bretón de los Herreros, Cristóbal Bordiú, Eloy Gonzalo, Espronceda, Fuencarral, García de Paredes, General Álvarez de Castro, General Martínez Campos, Maudes, Calle Modesto Lafuente, Ponzano, Raimundo Fernández Villaverde, Sagasta, Santa Engracia y Viriato.

Cuando finalice el estudio, en caso de constatarse la superación de los objetivos reglamentarios de calidad acústica, se procederá a declarar el ámbito de Ponzano-Cardenal Cisneros como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) y a elaborar su correspondiente Plan Zonal Específico. Hasta ahora solo Centro, Azca-Avenida de Brasil y Gaztambide están amparadas por esta categoría.

Esta norma impide implantar nuevas actividades en las áreas señaladas. También prohíbe la ampliación o modificación de los negocios ya abiertos. Con el objetivo de reducir los niveles de ruido, se establecen tres zonas según la gravedad del problema: alta, moderada y baja. En las calles más protegidas está vetada la apertura de nuevos locales de ocio nocturno y restauración, salvo en edificios de uso exclusivo no residencial.

Los hoteles, por ejemplo, no estarían excluidos de esta limitación. La Junta de Gobierno también puede acordar un horario de cierre del ocio nocturno concreto para estas áreas y, asimismo, afecta al tiempo permitido para desplegar las terrazas.

Es la segunda vez que se acomete una medición de este tipo en el entorno de la calle de Ponzano. Ante las continuas reclamaciones vecinales por el exceso de ruido producido por las actividades de ocio, y con el fin de determinar la viabilidad de declarar la zona como ZPAE, el Área de Medio Ambiente y Movilidad comenzó en septiembre de 2019 a realizar análisis en diferentes calles por los problemas asociados a su funcionamiento.

Durante tres semanas se realizaron mediciones en 22 ubicaciones. En ellas, se comprobó que «existía una clara incidencia de la actividad de ocio en los niveles de ruido que se registran durante los periodos nocturnos de jueves a viernes, noches de viernes a sábado y noches de sábado a domingo».

Sin embargo, tal y como informó el pasado enero el delegado del ramo, se consideró oportuno volver a realizar un análisis para que las circunstancias excepcionales del Covid no influyeran en los resultados. «Estos estudios son preliminares y tendrán que continuar los próximos meses, puesto que la situación de Madrid, con las restricciones por la pandemia, condiciona estas mediciones», sostuvo. Razón por la que ahora se retoman.